Una mujer enfrentada a los tres mayores poderes de su época. Una apasionante historia que cambió el destino de España y el poder en el Mediterráneo. Un libro de amor, odio y venganza. Así se presenta La reina sola (Planeta), última novela del escritor barcelonés Jorge Molist, quien visita el 30 de marzo Castelló para darla a conocer dentro del Club Literario que promueve el Ámbito Cultural de El Corte Inglés.

Molist nos traslada al siglo XIII, a través de una trama que transcurre por Sicilia, Nápoles, Malta, París y gran parte de España, y que tiene como protagonistas a Constanza de Sicilia, Pedro III de Aragón o Carlos de Anjou, entre otros muchos personajes cuyos actos sirvieron para configurar el mapa de una Europa que más tarde dominaría el ya conformado como Reino de España.

La reina sola tiene, salvando las distancias, cierto interés para el público castellonense y valenciano, ¿no es así?

Así es. Los protagonistas son básicamente valencianos, porque el rey Pedro III, junto con su hijo Alfonso, son los únicos reyes nacidos en València, y el otro personaje importante, el almirante Roger de Lauria, fue señor primero del Valle de Seta, cerca de Cocentaina, entre otros cargos.

Sumerge al lector en un periodo concreto donde, precisamente, el territorio valenciano jugó un papel importante.

En aquella época, y gracias al gran esplendor de València en los siglos XIV y XV, fue esta tierra la que, de algún modo, lideró a la corona de Aragón gracias a los personajes antes mencionados.

Toda novela de carácter histórico tiene su parte de ficción. Esto está claro. No obstante, y quizá lo que resulta más relevante, es ese trabajo de documentación e investigación. ¿Cuál ha sido ese proceso en su caso?

Esta historia ya estaba escrita, lo que pasa es que estaba escrita en cien lugares distintos, a trocitos podríamos decir. En ese sentido, mi misión ha sido combinarlo todo y hacer de ello una novela sólida, con personajes que aportan ciertas emociones al lector.

A pesar de estar escrita, sí he de decir que sigue siendo una historia muy desconocida. Yo mismo supe de ella leyendo a un historiador británico, sir Steven Runciman, cuando hablaba del Mediterráneo en el siglo XIII. De repente me di cuenta que me estaba contando mi propia historia, que es la historia de la corona de Aragón, una historia verdaderamente sorprendente.

¿En qué sentido? ¿Por qué diría que tiene especial relevancia?

Porque es un enfrentamiento entre un David y varios Goliat, es decir, entre la corona de Aragón, que en aquel entonces contaría con un millón de habitantes aproximadamente, con Francia por una parte, con unos 16 millones, y con Carlos de Anjou, que en aquel entonces fue el emperador del Mediterráneo, y la Roma papal por el otro, con todo el poder que ostentaba. Es una historia que sorprende y con unos héroes que son dignos de Juego de Tronos.

¿Diría que gracias a las novelas históricas somos menos desconocedores de nuestro pasado?

Sí, ese es mi deseo. Yo lo que quiero es que cuando el lector termine de leer la novela diga qué bien me lo he pasado, me da pena que termine y cuánto he aprendido sobre un montón de cosas sobre mi propia historia, y me siento orgulloso de mis antepasados.

¿Qué aspecto destacaría más de la novela? O dicho de otro modo, ¿qué cree que la hace especialmente atractiva para el lector?

Runciman escribe en su libro Vísperas sicilianas que Ricardo I de Inglaterra, conocido como Ricardo Corazón de León, un monarca que todos creemos que fue un gran héroe, fue efectivamente un gran guerrero pero un mal rey. A su vez, nos habla de Constanza de Sicilia, la protagonista de La reina sola, y nos habla de Pedro III, el rey valenciano, y los llena de elogios, como también hizo Dante Alligheri en la Divina Comedia. Fueron unos personajes muy relevantes en su momento y que nosotros tenemos ignorados. Eso sería lo que destacaría.