Hay voces que no pueden ser enmudecidas. Voces que creíamos desaparecidas pero que, en realidad, están ahí para nuestro deleite y consuelo. Hay quien diría que la voz de Mercedes Soriano se apagó en 2002 en el hospital Torre Cárdenas de Almería. ¿Realmente fue así? ¿Es la muerte, una muerte total? En su caso, no, ni mucho menos. Su obra, injustamente olvidada durante quizá demasiado tiempo, seguía (sigue) conservando y protegiendo su voz, su mirada, su pensamiento. Ese es uno de los grandes milagros de la palabra escrita, de la literatura. La escritura como fe de vida. Antes de su fallecimiento, Soriano ya vivía retirada, como se puede leer en el obituario que publicó El País, medio en el que colaboró, «del barullo del mundo literario». No era una autora que se diera postín, al contrario de muchos hoy en día. Puede que esa actitud, unido cómo no al hecho de vivir en un «mundo de hombres», impidieran que su trabajo y su figura en la literatura española reciente tuviera la vigencia que otros de sus coetáneos sí pudieron (y pueden) disfrutar. Lejos de querer alimentar polémicas, sí diré que creo en la existencia de cierta justicia poética que pone a cada uno en su lugar, más cuando uno lleva a cabo un ejercicio honesto y comprometido, dando como resultado una obra sincera y, a la postre, universal, una obra que no se ve afectada por el paso del tiempo.

La recuperación de la novela Contra vosotros por parte de La Navaja Suiza tan sólo puede considerarse como una alegría. En primer lugar, porque treinta años de «silencio» son muchos años, y esta obra de Mercedes Soriano, como ella misma, no lo merecen. También porque es necesario reconocer lo evidente, de ahí que la autora madrileña debiera ocupar un lugar más importante dentro de la historia de la literatura española. El mero hecho de haber escrito este libro ya bastaría para legitimar su relevancia, pues se trata de un libro que, a mi modesto parecer, se adelantó a su tiempo. Un libro inmenso de una escritora inmensa.

Dividido en dos partes y en varios capítulos protagonizados, cada uno de ellos, por diferentes personajes, el ritmo es vertiginoso debido a la estructura narrativa que utiliza Soriano, sumergiéndonos en una especie de diálogo interior en el que se van entrelazando conversaciones y pensamientos y donde afloran los miedos, se ponen en duda los ideales y se critica el sistema de vida de una España que parece una farsa. Cada personaje habla distinto, piensa distinto, y la autora reproduce con maestría esos modos de ser, demostrando una habilidad extraordinaria y un profundo conocimiento del lenguaje. Y por si eso fuera poco, en la última parte, «Nadie», hace uso de una voz impersonal para llevar al lector a otro estrato mucho más profundo de la experiencia literaria, donde todo trasciende y fascina.

Es esta una novela innovadora —lo era cuando se publicó en 1991 y sigue siéndolo ahora, en 2021—, una obra exigente pero que mantiene el pulso en todo momento. Es Mercedes Soriano una autora que supera cualquier expectativa y de la que muchos de nosotros debemos aprender.

La novela de Soriano ha aparecido al mismo tiempo que el libro de Miguel Ángel Muñoz 'Aposento'.