Se llama Thais, pero todos le conocen como Métrika, su nombre artístico. Tiene 17 años, pero asegura entre risas que siempre dice que tiene “15 para 16”. Lo que es indiscutible es que esta cantante de trap es una de las más seguidas en su género en Castellón, como demuestran los miles de seguidores con los que cuenta en distintas plataformas. Y atendiendo a su edad y ambición, su carrera no ha hecho más que empezar: “Dentro de un tiempo me veo triunfando; triunfando a ‘full’. De pequeña siempre quise ser famosa”.

Cuando se le pregunta por su género, Métrika afirma que se aproxima a “un rap contemporáneo, con base de trap o reggaetón”, aunque no quiere hablar tanto de estilos, sino de mensaje: “Lo que más me gusta es escribir, así que doy mucha importancia a la letra. Después tengo que reconocer que de rap escucho poco, más a artistas como Zowie, Cazzu o Justin Quiles, así que hago la música que me gusta escuchar, que es más trap que otra cosa”.

Métrika, una joven castellonense con las ideas muy claras. ANDREU ESTEBAN

Centrándonos pues en el propósito que buscan sus canciones, la joven de Castelló explica lo siguiente: “Mis letras van sobre el empoderamiento femenino, pero sin dar la chapa. No quiero protestar por lo mal que está la mujer, sino decir lo fantástica que es”. Añade también Métrika que el mensaje que intenta trasmitir “está en la calle”, y cuentan con temáticas diferentes: “También hablo de amor, de desamor, de temas más tristes… Suelen ser cosas que me han pasado”.

Hasta ahora no ha editado ningún disco, pero afirma que “ahora más que el disco lo importante para mí son las canciones, que suenen bien, que tengan un vídeo currado y que lleguen a la gente”. La artista ha actuado ya en poblaciones como su Castelló natal o Burriana, aunque no oculta que “el coronavirus ha impedido que se hagan muchos conciertos”.

Mientras espera su oportunidad de triunfar Métrica trabaja en un bar de Benicàssim y confiesa que pese a sus buenas calificaciones dejó los estudios: “Aprobé todo, pero me quise centrar en la música. Siento que el tiempo que no dedico a la música es tiempo perdido”. Confiesa la joven que dejar de estudiar fue “un duro golpe” para su principal fan, su madre: “Mis letras no son muy ‘family friendly’, pero a ella todas le gustan; es normal porque es mi madre, pero me apoya mucho, igual que mi pareja o amigos”.