Pablo Alborán se sube hoy, a partir de las 22.00 horas, al escenario de Luce Benicàssim dentro de su gira Vértigo. El malagueño es uno de los grandes reclamos de la nueva cita.

Luce Benicàssim ha nacido en tiempos extraños pero con gran ilusión, ofreciendo un nuevo tipo de festival. ¿Qué significa para ti formar parte de ello?

Supone, primero, agradecimiento, porque poder volver a los escenarios de algún modo, de cualquier modo ahora mismo, es un regalo, teniendo en cuenta que estamos volviendo a empezar, que estamos arrancando poco a poco. Estoy feliz y agradecido por la valentía de festivales como Luce Benicàssim por ser de los primeros que arrancan este verano. Voy con muchas ganas, con mucha ilusión.

La gira con la que te presentas en Benicàssim se llama ‘Vértigo’. Ahora ese título cobra otro significado por esa incertidumbre que todavía se cierne sobre nosotros debido a la pandemia. 

Yo soy positivo. Tengo mucha confianza en la vacuna, en que esto va a ir bien, y lo único que espero es que nosotros, poco a poco, tomemos consciencia y lo hagamos todo correctamente. Creo que es un momento de cambio, en el cual muchas cosas son diferentes, pero el fondo, el final, es el mismo: la gente tiene las mismas emociones, las mismas ganas de disfrutar, de exteriorizar en cierto modo toda esa incertidumbre y el miedo, las ganas de vivir, la esperanza que tenemos. La música es un conducto maravilloso para todo eso.

Durante el confinamiento la música se erigió como uno de los elementos fundamentales para resistir a esa situación tan extraña y compleja que vivimos.

Así es. La música es un canal muy seguro para el que la escucha y para el que la hace. Es un importante refugio al final de todo.

«Luce Benicàssim está haciendo algo espectacular; el público no se arrepentirá»

En esta nueva gira, ¿existe algún aspecto que consideres fundamental y quieras remarcar?

Esta gira es un proyecto donde voy a cantar canciones del último disco pero también de mis trabajos anteriores que me han acompañado en estos diez años. Es un tour en el que celebro esos diez años y por eso es muy especial, porque recuerdas muchas cosas, ¿no? A nivel escenario, hemos intentado que no sea un simple recital, que sea un espectáculo en toda regla dentro de las posibilidades de cada recinto y aforo. Lo que queremos es sacar la mejor versión de nosotros mismos para que los demás también se impregnen de eso y que disfruten, porque al final estamos aquí para eso, para que esas dos horas de concierto intenten ser las dos mejores horas de la semana o del mes. 

Ahora que mencionas esa década de trayectoria, ¿en qué punto se encuentra Pablo Alborán? ¿Esa revisión que haces de tus propias obras te supone mucha nostalgia o con miras a poder ir más allá?

Mis canciones son parte de mí, no de mi pasado o de mi futuro. Es parte de mi presente, siempre lo van a ser. Intento quedarme con el buen saborcito que te dan los buenos recuerdos. He tenido mucha suerte en todo ello, la verdad. He tenido muchísimos momentos gratificantes. No tengo queja de absolutamente nada, así que cada vez que canto las canciones que me han acompañado este tiempo estoy dando las gracias.

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¿Qué mensaje quieres compartir con tus fans de Castellón?

Si la gente se da cuenta, estoy haciendo muy pocos conciertos porque quiero ir con la certeza de que se hace todo bien, de que se cumplen las medidas pertinentes, de que hay seguridad tanto para el público como para mi equipo. Luce Benicàssim está haciendo algo espectacular en ese sentido y estoy seguro que el público no se arrepentirá.