Orpesa ha trasladado a los vecinos de la localidad, con el festival Orfim que se celebró el día 3 de agosto hasta ayer, un amplio repertorio musical repleto de calidad y pasión por la música clásica. Bajo la dirección artística de Pablo Verdeguer White, han acercado a grupos de renombre internacional como Civitas Harmoniae con su mirada hacia el Mediterráneo o el trío de voces africanas, The Sey Sisters que inundaron de un ímpetu y fuerza musical indiscutible en la explanada ferial de Orpesa.

¿Qué importancia tiene desarrollar conciertos con variedad cultural y musical en Orpesa? 

Yo considero que tiene una gran relevancia. Completa la actividad habitual, tanto de residentes como de visitantes, aporta valor añadido, tanto formativo, como recreativo y socializador. Además, ayudan al conjunto del municipio, con una relevante plusvalía económica asociada. 

¿Cuál es la filosofía del Orfim desde su inicio hasta ahora?

El festival Orfim quiere que su oferta artística sea amplia, variada y de calidad. Buscamos invitar a disfrutar con la buena música, y que el público se sienta acogido. Es un evento diseñado para aportar un agradable recuerdo musical a estas fechas estivales, con repertorios conocidos, cercanos y atrayentes, cuidadosamente pensados y escogidos.

¿Cómo ha sido la trayectoria del festival, a lo largo de estos años, para regresar con una 18 ª edición?

El certamen ha tenido diferentes etapas. En la edición del 2020, que fue especialmente importante por varios motivos. Destaca, lógicamente, el final del confinamiento y el retorno de las actividades sociales, y también la actual de 2021. En las dos ocasiones, al diseño y la configuración de los contenidos artísticos, hemos añadido las medidas de seguridad, control de acceso y desalojo, avisos específicos sobre medidas contra el Covid-19, etc. Esto ha supuesto que se fije una duración controlada de cada espectáculo, para que el público pueda disfrutar de un espectáculo completo, regresando a sus domicilios cumpliendo con las medidas actuales de limitación de la movilidad nocturna.

Entonces, las medidas sanitarias no han reducido la asistencia.

En absoluto. En realidad, la asistencia está mejorando las cifras del año pasado, que ya fueron muy buenas. El público está respondiendo con un comportamiento ejemplar, siguiendo las normas e indicaciones de la organización y, en alguna ocasión, agradeciendo el retorno de esta oferta cultural. La organización ha adaptado, por lo tanto, la duración de cada concierto, para cumplir con las normas vigentes.

¿Qué valoración hace sobre las agrupaciones que han subido al escenario de Orpesa? 

Délica Chamber Orchestra aportó frescura y gran energía a la interpretación del difícil repertorio de su concierto. La solista Olga Iakushina obtuvo grandes ovaciones por su interpretación de Las Cuatro Estaciones de Vivaldi, y el público mostró su satisfacción con el trabajo de todo el grupo. La banda Q & The Moonstones hizo vibrar en sus asientos a los asistentes, y éstos le acompañaron con sus coros en alguna pieza. Fue una noche divertida y llena de energía. Y Civitas Harmoniae puso en el escenario evocadores temas de amor y desamor, de relatos antiguos y cultura, y abrió el Orfim al recuerdo del mar Mediterráneo.

¿Alguna diferencia en comparación a las anteriores?

De nuevo, en esta ocasión, el carácter internacional del festival lo aporta la presencia de grandes intérpretes extranjeros que viven actualmente en España. La incorporación de grupos no nacionales en gira, sigue sin ser viable ni tampoco realista, en la actualidad.

¿Qué expectativas tiene de cara al futuro? ¿Cree que habrá una próxima edición?

Tengo gran ilusión y pensadas varias ideas novedosas, en relación con una posible nueva edición del certamen de Orpesa.