Las obras que se están realizando para remodelar la antigua Casa de la Encomienda de Cieza, en Murcia, y transformarla en un hotel han dejado al descubierto un importantísimo hallazgo patrimonial: una muralla defensiva, que empezó a construirse en 1479 después del ataque nazarí que despobló la villa; el pavimento anterior al ataque de 1477 por las tropas del Reino de Granada; grafitis donde se llevaban las cuentas del pago de impuestos, y cuatro arcos que permanecían ocultos en la anterior edificación. Asimismo, se prevé que en los próximos meses, cuando continúen las obras, se puedan descubrir más elementos arquitectónicos.

Según afirma Joaquín Salmerón Juan, director del Servicio de Patrimonio Histórico y responsable de las excavaciones del yacimiento, no se tenía constancia de la muralla porque "diversas fuentes escritas atestiguaban que los materiales de la muralla se habían utilizado para otras edificaciones de la villa".

La muralla empezó a construirse en 1479, dos años después del ataque nazarí que asoló la villa y cuyo lema se refleja en el escudo de Cieza (‘Por pasar la puente nos dieron la muerte’), como elemento defensivo para posteriores ataques. Sin embargo, fue terminada en 1495, tres años después de la conquista del Reino de Granada por parte de los Reyes Católicos, por lo que perdió su función principal. Lo que probablemente originaría que sus materiales fueran utilizados como cantera, previo permiso del Concejo, para edificaciones adyacentes, tal y como consta en las fuentes escritas y por lo que se consideraba que no ya no existía ningún tramo.

Además, las obras han dejado al descubierto el pavimento anterior a la muralla, que data del saqueo de la villa por las tropas nazaríes del Reino de Granada y que produjo el abandono de Cieza durante dos años, ya que parte de los habitantes perecieron en el mismo y el resto fueron hechos esclavos por los musulmanes. "El pavimento que se ha encontrado confirma lo que dicen las fuentes de que la villa fue quemada, pues posee una gruesa capa de carbones, cenizas y cerámicas quemadas".

Asimismo, ocultos en la edificación de la Casa de la Encomienda, "se han encontrado cuatro arcos consecutivos de 2,40 metros y cinco arcos tapados parcialmente en los últimos 526 años. Además de la totalidad de los muros originales de la casa, construidos en tapial de cal", destaca Salmerón Juan.

La construcción del hotel seguirá su curso, pero adaptando el proyecto original a los nuevos descubrimientos. "La argamasa de cal de la que está compuesta la muralla se protegerá y consolidará con productos químicos, y hay que tener en cuenta que esta argamasa se cristaliza y se compacta y se hace más sólida con el paso de los siglos", afirma Joaquín Salmerón. Esto "conllevará que esta edificación se transforme en un hotel-museo de increíble valor patrimonial y turístico. Los visitantes y los ciezanos podrán pasear y alojarse en un lugar que es parte de la historia de Cieza, además de tener unas vistas maravillosas de la vega y la huerta desde el Balcón del Muro".

En este sentido, según Antonio Moya, edil de Turismo y de Patrimonio Histórico, "los hallazgos vienen a engrandecer el proyecto y lo convertirá en un lugar con mucho más encanto". Se prevé que el hotel-museo pueda abrir sus puertas dentro de dos años.