La esencia del jazz de Castelló irrumpe en los Global Music Awards con el clarinetista Chema Peñalver, quien consiguió dos medallas de plata en este certamen con su álbum más mágico titulado Sophisticated clarinet. Un reconocimiento que nace del estudio de grabación de Vila-real proyectándose de forma muy positiva hacia un ámbito internacional.

¿Qué supone para usted, un músico de Castellón, conseguir este premio de dos medallas de plata en los Global Music Awards?

Es una gran satisfacción, un reconocimiento a nivel internacional. El álbum ya fue nominado como Mejor disco de jazz en la III edición de los Premios Carles Santos, organizados por el Institut Valencià de Cultura, y ahora ha sido nuevamente galardonado. Es un orgullo puesto que todos los integrantes del grupo somos músicos de Castellón. 

¿Qué cree que han valorado desde el jurado del certamen?

Pienso que se ha valorado la originalidad en la instrumentación, la calidad de las composiciones y, por otra parte, mi lenguaje jazzístico en los solos e improvisaciones. La idea de incorporar una sección rítmico-armónica formada por guitarra y contrabajo, el clarinete como voz lead y el empleo de técnicas compositoras para fusionar el sonido grupal con la esencia y la rítmica del jazz constituyen elementos que refrescan y renuevan la tradición. 

¿Es necesario innovar en el jazz?

El pozo de la originalidad se va agotando, es difícil presentar material novedoso, más aun teniendo en cuenta que el jazz ya ha recorrido una trayectoria histórica de más 100 años y ha evolucionado mucho más rápido que otras músicas. Los motivos se deben a que es una música viva, arriesgada, expuesta a cambios durante su presentación en directo, pero sobre todo, abierta y flexible para la experimentación. 

¿Cuál es el relato musical de su disco premiado? 

Su título Sophisticated clarinet hace referencia al intento de elevar la música de jazz al terreno de la música culta occidental, también denominada como erudita o académica. Una tentativa de fusionar la música de raíces afroamericanas con la música clásica europea.

¿Qué estilos se observan en Sophisticated clarinet?

Es mi quinto trabajo discográfico como líder, en formato de septeto y de carácter acústico responde al denominado jazz de cámara o «chamber jazz». Elegancia y lirismo se funden con el sonido del jazz como un único lenguaje. 

¿Cómo fue el proceso de grabación en Vila-real?

Se grabó el 2019 en La Guarida Estudio. El técnico de sonido, edición y mezcla fue Juan Vicente Miguel Ortells y la responsable del diseño gráfico, Anna Mingarro. Todo el proceso fue muy fluido puesto que he contado con grandes profesionales.  

Entonces el jazz está muy vinculado en su música, ¿no?

Mi formación académica es de conservatorio, dispongo de la titulación superior de música y la licenciatura de la Royal School of Music, pero mi vocación está en el jazz y la música popular afroamericana. Mi tesis doctoral, defendida en la universidad de Valencia en 2006, trata sobre la aplicación pedagógica de la improvisación y su didáctica en la enseñanza de la música, es decir, llevo muchos años investigando sobre las técnicas de improvisación y su metodología. El jazz, para mí, es la música culta del siglo XX. 

¿Le gusta tomarse un tiempo largo y cuidadoso en sus proyectos?

No hay prisa, se necesita concentración, reflexión y maduración, pero si espero mucho tiempo puede que al final no se realicen. Esto se debe a que las composiciones están expuestas a cambios, conforme va pasando el tiempo surgen dudas y posibles modificaciones. Creo que no hay que esperar mucho, hay que tener convencimiento de lo que haces. Este es mi sexto disco, anteriormente publiqué “Tributo a Benny Goodman”, 2008; en 2011 grabé dos, prácticamente al mismo tiempo, “Struttin´in the front line” y “Old and New Gypsy Jazz”, a continuación publiqué “Blowing the Groove” 2018; “Sophisticated clarinet” 2019 y mi último lanzamiento en formato de big band “Mode On” 2021.

De todo el proceso, ¿cuál es la parte que más le gusta?

Disfruto tanto de la composición como de la interpretación y grabación, eso sí, en cuanto tengo las composiciones finalizadas siento unas ganas tremendas de tocarlas y grabarlas.

¿Aspira a trasladar su música en un ámbito internacional?

He dado conciertos en México, concretamente en los auditorios de la Universidad de Artes y Ciencias de Chiapas y en el Centro de estudios de jazz y música popular de Veracruz, también he realizado pequeñas giras por Portugal y Francia. Con el tributo a Benny Goodman recorrimos toda España. No sé lo que pasará en un futuro, sigo trabajando, disfruto con ello y soy muy feliz.