En el 1999, la pista de atletismo de Segorbe adquirió cuatro murales trazados por el reconocido pintor segorbino, Luis Bolumar, quien tuvo este bonito detalle con la localidad. Su arte contemporáneo y figurativo decoró durante años este edificio. 

Sin embargo, en el 2016, el color y la esencia de estos cuadros de Bolumar desaparecieron con las obras del Pabellón Municipal de Segorbe que desplazó estas pintadas a un almacén.

Tras años escondidos, Bolumar mostró pleno interés en volver a colgar sus murales enviando una carta al Ayuntamiento, pues «amo todo aquello que pinto e hice lo posible», expresa ahora el segorbino. A causa de las obras, expresa que estos «tenían algún desperfecto», por lo que «me animé a restaurarlos» y lucen actualmente en el Pabellón de Deportes de Segorbe «con toda su viveza y color».

Arte y color regresa a Segorbe MEDITERRÁNEO

Pasión

Su ímpetu por redecorar las pinturas y su lenguaje artístico más dinámico facilitó que esta remodelación estuviese lista en tan solo dos días de este agosto. «Me levantaba a las ocho de la mañana y no paraba en toda la jornada», reconoce Bolumar, quien expresa que se siente «muy orgulloso por esta labor». Y es que la energía caracteriza estos murales que ahora recuperan su tonalidad más atrevida.

Un trabajo anhelante por parte del segorbino que lleva activo en su taller de Castellón desde el 1967 y que visitó el pabellón «con mucha alegría para darle el toque final in situ», cuenta.

Como relata el pintor, en sus obras le gusta «resaltar la calidad artística y plástica», por lo que se aprecia un interés por conseguir «la equidad entre las mujeres y hombres que figuran en mis murales». Una gimnasta rítmica, un jugador de básquet o incluso la antorcha de los Juegos Olímpicos componen una obra repleta de movimiento y dinamismo que ha sido posible «gracias al serpenteado, ya que este tema deportivo lo requiere». El poder de la pintura contemporánea, y sobre todo figurativa, tal como le gusta definirla a Bolumar, han constituido hasta ahora las grandes obras del pintor de Segorbe.

El artista posee en sí mismo una modernidad junto con un expresionismo absoluto que se refleja en cada una de las pinceladas que reciben sus tablas vacías de pigmento. No obstante, su habilidad y pasión no se han rendido con los años, pues su visión artística se ha despertado día tras día. Una lucha por su arte expresionista más personal y vivo que ahora brilla más que nunca por las paredes del Pabellón de Deportes de Segorbe