El municipio de Ámsterdam decidió devolver un cuadro del artista ruso Vasili Kandinsky adquirido en los años cuarenta, durante la ocupación nazi, a una familia judía, su propietaria original, para “reparar una injusticia” y poner fin a una disputa legal de unos nueve años por parte de los herederos para recuperar la pintura.

El propietario original, Robert Lewenstein, vendió en 1940 el cuadro 'Bild mit Häusern' (1909) al Museo Stedelijk de Ámsterdam, donde aún se encuentra colgada esta pieza que, antes de la Segunda Guerra Mundial, formaba parte de la colección de arte de la familia Lewenstein y que fue adquirida originalmente por su padre, Emanuel, casi dos décadas antes.

La pinacoteca compró el cuadro en una subasta por 160 florines, cuando los dueños lo había comprado en 1923 por 500 florines, uno de los detalles que los herederos usaron para argumentar que es una evidencia de que se trata de arte saqueado, que fue entregado por la familia judía presionada por las dificultades económicas que afrontaban debido a la persecución nazi.

Sin embargo, el Comité de Restituciones, que asesora sobre la devolución de las piezas de arte que cambió de manos durante la guerra, no consideró probado que la familia hubiera vendido el cuadro bajo coacción, ni que el museo hubiera actuado de mala fe al comprar la pintura, por lo que recomendó a Ámsterdam no devolver este Kandinsky a los herederos.

El comité también asumió como argumento de peso la importancia que tiene este cuadro para el museo, lo que recibió fuertes críticas y llevó a los herederos a los tribunales para recuperar la pintura, pero la justicia neerlandesa también consideró el pasado diciembre que debería permanecer en manos de la pinacoteca por “su importante valor histórico en el arte”.

Sin embargo, y de forma repentina, la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema, decidió poner fin a la larga disputa con los herederos de los propietarios originales y optó por no esperar el resultado de una reevaluación por parte del Comité, que ahora tiene nuevas directrices que instan a dejar en un segundo plano el interés de los museos, y anteponer la necesidad de hacer justicia.

“En vista del largo período de tiempo y la importancia de reparar una injusticia, devolveremos el cuadro sin una nueva intervención del Comité de Restituciones”, escribió Halsema en una carta.

La familia tiene que decidir ahora si el Kandinsky, que tiene un valor estimado de 20 millones de euros (unos 23,5 millones de dólares al cambio actual), permanecerá en exhibición pública o prefieren trasladarlo a otro lugar.