Los 34 miembros de la Academia Francesa, encargada de preservar y defender esa lengua, votarán este jueves la elección de la persona que tomará el asiento de Michel Serres, fallecido en 2019, al que es candidato el peruano Mario Vargas Llosa, favorito al nombramiento.

La decisión debe ser aprobada por mayoría absoluta durante la sesión de este 25 de noviembre, que se desarrollará en privado y sin la presencia de los aspirantes, entre los que se encuentran también escritores con menos posibilidades, como Emmanuel Cruvelier o Éric Dubois.

Vargas Llosa, que tiene la doble nacionalidad española y peruana y es miembro desde 1994 de la Real Academia Española, presentó su candidatura el pasado 7 de octubre tras enviar una carta a la actual secretaria perpetua del célebre cónclave, la historiadora Hélène Carrère d'Encausse.

Se trata de una candidatura fuera de lo común pues el escritor tiene ya 85 años, y según el reglamento no pueden ingresar en ella mayores de 75 años, y porque se trata además de un autor que escribe en español, si bien es conocida la influencia en su obra de la literatura francesa.

La Academia, creada por el cardenal Richelieu en 1634, llama a sus miembros "Los Inmortales" por el lema "A la inmortalidad" que figura en el emblema de la institución en referencia a su misión.

Varios miembros actuales, entre los que se encuentran Alain Finkielkraut, Chantal Thomas, Érik Orsenna o Jean-Christophe Rufin, han manifestado públicamente su simpatía por la candidatura del Nobel, para la que la edad y el idioma no parecen un problema, si bien desde la Academia señalan que el voto podría también quedar en blanco si no se logra un acuerdo.

De ser elegido, la Academia organizaría en los próximos meses una ceremonia de toma de posesión de su asiento, abierta a unos 300 invitados y en la que el literato tendría que intervenir.

En dicha recepción, el nuevo "inmortal", vestido con un reconocido uniforme verde bordado y acogido por sus dos padrinos en el seno de la institución, debe leer un discurso y tomar posesión de su asiento, que será exclusivamente suyo hasta su fallecimiento.

Recibiría asimismo una medalla de la Academia grabada con su nombre y el lema "A la inmortalidad" y le sería atribuida en ese momento una palabra del diccionario.