Jorge Julve es uno de los artistas de Castelló de referencia hoy. Lo es por la carrera que se está labrando y que le ha llevado a formar parte, con una de sus obras, de la colección de arte contemporáneo de la Generalitat, entre otros reconocimientos. Ahora presenta en la galería La pintura es la medida de todas las cosas.
Antes de nada, y aunque sé que quizá sea demasiado complicado, quisiera saber cómo decide Jorge Julve que el arte es su camino, su razón de ser.
Supongo que todo viene de la infancia, desde el momento en que te dan un lápiz y una libreta. El arte es una construcción del ser humano, y a medida que vas creciendo y educándote vas descubriendo esa gran mentira que es el arte, la mejor mentira que hemos inventado. Como decía Picasso, «el arte es una mentira que nos acerca a la verdad». Realmente no es una decisión, más bien un proceso en el que vas descubriendo un mundo nuevo que acaba convirtiéndose en una manera de estar en la vida. El arte te da muchos puntos de vista, te hace entender las cosas con profundidad, y una vez lo descubres es muy difícil ignorarlo, supongo que esa es la razón.
Es la pintura abstracta, con esos tonos intermedios, tu lenguaje. ¿Cuál fue el recorrido hasta llegar a concretar esa vía, ese estilo? ¿Qué te atrajo de ese modo de expresión?
Creo que toda la pintura es abstracta, no la entiendo de otra manera. Para mí la pintura tiene algo intrínseco, unas propiedades que hacen que no necesitemos explicaciones concretas, al igual que la música no tiene que tener una letra, ser narrativa o referirse a un hecho en concreto. No obstante, en la pintura me interesa mucho el proceso, pero también la relación que hay entre ese proceso que se alarga en el tiempo, y la imagen que influye en él, o la imagen en la que la pintura se acaba convirtiendo. Por eso, a la vez que entiendo la pintura desde su propia naturaleza abstracta, también me interesa esa relación que acaba teniendo con la imagen.
En poco tiempo has logrado convertirte ya en un nombre referente dentro de las artes plásticas en la provincia de Castellón, siendo uno de los artistas cuya obra ya forma parte de la Colección de Arte Contemporáneo de la Generalitat. ¿Imaginabas llegar a este punto en tu trayectoria? ¿Sientes que esos reconocimientos, quizá, generen más presión y expectativas en cada una de tus futuras exposiciones?
Nunca me lo he planteado de esta manera, siempre he querido crecer como pintor, y he hecho lo posible por desarrollar mis proyectos de la mejor manera posible. Es cierto que se ha ido generando un interés y me han ido apoyando galerías como Fúcares, Cànem, Marisa Marimón y actualmente Daniel Cuevas. Pero no supone ninguna presión, valoro todo tipo de reconocimiento, pero en el día a día no pienso en este tipo de cosas. Me dedico a trabajar y vivir con curiosidad, y el estudio es una parte importante en mi día a día. Pero para nada esto me genera presión, al contrario, me motiva y a la vez me permite conocer gente que enriquece mi mirada y mi pensar, por lo que mis próximos proyectos se pueden nutrir de eso. Es toda una suerte que valoro e intento aprovechar.
«Es un honor para mí poder trabajar con Cànem. Exponer aquí es un auténtico regalo»
Acabas de inaugurar en la galería Cànem tu último proyecto, La pintura es la medida de todas las cosas. Título más que sugerente y que, creo, explica mucho de tu forma de ver y entender el arte, ¿no es así? ¿Qué puedes explicarnos de la misma?
El título hace referencia a la conocida frase del sofista Protágoras: «El hombre es la medida de todas las cosas». Como he comentado antes, tiene que ver con esa idea del arte como construcción humana llena de códigos que permite múltiples lecturas según quien lo mire. En la exposición hay un interés por ver todo bajo el prisma de la pintura, todo lo llevo al terreno pictórico, al proceso. De esta manera todo se acaba convirtiendo en pintura, y la pintura es sólo eso, pintura. Tendemos a relacionar todo con la palabra, incluso a la hora de pensar lo solemos hacer con cierta oralidad, pero en este caso no tenemos porque buscar una solución ni una explicación escrita.
¿Cómo es trabajar con una galería tan prestigiosa y ya veterana como Cànem?
Pues es un honor para mí poder trabajar con Cànem por todo lo que supone. Forman parte de la historia del arte de nuestro país, tantos años manteniendo un espacio abierto a la ciudad de Castellón, con una programación rigurosa, de máximo nivel. Cada vez que vengo a la galería aprendo algo nuevo, siempre se genera debate, y eso es muy necesario. Todo reconocimiento que se pueda dar a Cànem es poco. A parte de lo que supone la parte puramente artística, en lo personal supone mucho para mí exponer aquí, ya que es exponer en casa, donde pueden venir amigos, familiares y conocidos a compartir y adentrarse en un mundo que sigue siendo bastante desconocido. Es una fiesta, para mí exponer en Cànem es un auténtico regalo.
«Cada vez que voy al Prado descubro cosas nuevas de Velázquez, es una pintura inagotable, es una fuente de conocimiento»
Desde tu punto de vista, y siendo que has sido beneficiario de becas como las que impulsa el Ayuntamiento de Castelló, ¿dirías que existen suficientes mecanismos o plataformas de ayudas y de difusión para que los jóvenes artistas castellonenses puedan labrarse un futuro?
Realmente no sé si hay muchas o pocas, pero creo que los artistas no debemos basar ni condicionar el desarrollo de nuestro trabajo en conseguir becas o ayudas, más bien debería ser al revés, en el punto en que estemos desarrollando proyectos con cierta solidez, el apoyo económico debería llegar sin necesidad de pedirlo. En mi caso la única ayuda que he obtenido es la beca Hàbitat Artistic del Ayuntamiento de Castellón, y que fue realmente importante para poder desarrollar un proyecto en Berlín.
Pienso que el arte debería formar parte esencial en el desarrollo de la sociedad, en ese punto se generaría un interés real en el que podríamos entenderlo como una necesidad al igual que lo son la educación o la sanidad.
Imposible no preguntarte por aquellos artistas que mayor impacto hayan causado en tu forma de ser y hacer. ¿Cuáles son, y por qué razón?
Es una pregunta difícil, porque hay muchos, además en ocasiones no tienen nada que ver directamente con el trabajo que yo desarrollo. Siempre me ha interesado la pintura alemana en general, artistas como Martin Kippenberger, Albert Oehlen o Katharina Grosse, otros más cercanos como Luis Gordillo o Antonio Saura.
También artistas más alejados de la pintura como Ian Cheng, Tony Oursler, Richard Prince… Y por supuesto he mirado mucho a Velázquez, del que cada vez que voy al Prado descubro cosas nuevas, es una pintura inagotable, es una fuente de conocimiento. La manera que tiene tanto de construir la pintura, las correcciones que va realizando durante el proceso, como jerarquiza sobre la superficie, piensa con y desde la pintura. Me parece el pintor total.
