En el año 1982, Isabel Allende publicó una novela que le daría la fama a nivel mundial: La casa de los espíritus. Lectores de todo el planeta se han sumergido con deleite desde entonces en las aventuras y desventuras de cuatro generaciones de la familia Trueba, protagonistas de una trama que sigue de manera paralela los movimientos sociales y políticos que acompañaron la historia del Chile poscolonial y que acaban de manera dramática con el golpe de estado y la implantación de una feroz dictadura. 

Las ideas de perdón, reconciliación y amor empapan una novela mundialmente conocida, convertida ahora en un montaje escénico que llega este domingo, 28 de noviembre, a las 18.00 horas, al Teatre Principal de Castelló, gracias a la programación del Institut Valencià de Cultura (IVC), firmado por una directora, Carme Portaceli, que, de la mano de una serie de personajes femeninos, se adentra en el realismo mágico.

Esta es una adaptación teatral de una obra que ya llegó al cine de la mano de Bille August y a los escenarios con la dramaturga norteamericana Caridad Svich. Ahora, es el turno de Carme Portaceli, una mujer de teatro, directora artística de la FEI-Factoria Escénica Internacional, y que ha dirigido el Teatro Español de Madrid entre el 2016 y el 2019. Habitual del Grec Festival de Barcelona, ha dirigido en el festival montajes como Prometeu que inauguró la edición del 2010, entre muchos otros, y ha obtenido numeroso premios, entre los cuales destacan los dos Premios Max en la edición 2017 por Només són dones.

Con Carme Conesa, Jordi Collet e Inma Cuevas como grandes atractivos del elenco —que completan David Fernández, Fabu, Gabriela Flores, Francesc Garrido, Miranda Gas, Borja Luna, Pilar Matas y Guillermo Serrano—, el público castellonense volverá a disfrutar con la historia de una nieta que encuentra los diarios de su abuela y empieza a escribir la historia de la familia.

Esos diarios, y esa narración familiar, son el detonante de la trama, protagonizada por una serie de mujeres. Todas tienen nombres relacionados con la luz, desde Nívea a Clara, pasando por Blanca y Alba. Esta última es la encargada de tirar del hilo de la historia, ya inmortal dentro de la literatura universal. Lo hará, como apunta Carme Portaceli, «poniendo el acento en la reconciliación, aplicada tanto a un país entero como a la familia protagonista». Y es que perdón y amor van de la mano de esta reconciliación, todo, «en una ambientación de ensueño, una muestra de realismo mágico» que, aun así, no se ahorra las referencias a la vida política para recordarnos que, a menudo, «influye en nuestras vidas y las condicionan incluso si no tenemos nada a ver», explican.

Una producción del Teatro Español junto al GREC 2020 Festival de Barcelona y al Teatre Romea que llega como una de las grandes citas teatrales de este otoño.