Las propuestas destinadas a los más pequeños y sus familias se erigen como los grandes reclamos de la oferta cultural que el Institut Valencià de Cultura (IVC) ha previsto en estos días señalados del año. Así, bajo el título Nadal familiar, la entidad que gestiona espacios como el Teatre Principal en Castelló, o el Palau de Congressos de Peñíscola, presenta una programación especial en la que el circo y los títeres marcan las diferencias.
La Maquiné presenta el domingo, 26 de diciembre, a las 18.00 horas, sobre el escenario de la plaza de la Paz su obra Historia de una semilla, uno de los espectáculos más emotivos de la compañía por la tierna historia de amor a la naturaleza que representa. Es esta una obra que ofrece una reflexión sobre los abusos que sufre el medio ambiente a manos del ser humano contado a modo de fábula poética, con una sensibilidad y un sentido del humor que hace que esta obra sea más eficaz que muchísimas campañas ecológicas. La música, los títeres y las proyecciones forman un conjunto escénico cargado de simbolismo y ternura que transmiten valores de solidaridad y respeto al medio ambiente como un valor imprescindible de época en la que vivimos.
El mismo día, pero en el Palau de Congressos de Peñíscola, Bambalina Teatre, bajo la dirección de Jaume Policarpo, presenta Cu-Cu con una puesta en escena llena de color y un lenguaje narrativo inspirado en la técnica del collage. Esta pieza, dirigida a niños a partir de 5 años, transporta al espectador a mundos oníricos y fantásticos cargados de poesía pero también de humor, porque «el humor es un recurso magnífico para acercar el que queremos contaros a los más pequeños y a los que ya no lo sois tanto», explican.
Circo y mucho más
La compañía betxinense La Troupe Malabó será protagonista de esta programación navideña del IVC ya que ofrecerá una doble representación de su último espectáculo Karparty: el 2 de enero, a las 18.00 horas, en el Teatre Principal de la capital, y el día 6, a la misma hora en el Palau de Congressos de Peñíscola.
Esta obra de Marisa Ibáñez y dirección de Jordi Puntí, narra el periplo del Karparty Cirqué, un viejo, tradicional y prestigioso circo bielorruso con un marcado carácter filosófico que en 2010, y debido a los conflictos bélicos, tuvo que emprender un largo viaje. Sus supervivientes deambulan durante años en busca de un lugar donde realizar su sueño y un buen día, después de mucho tiempo, se encuentran delante de un público que espera su actuación. Es entonces cuando los personajes se vuelven locos de amor por el circo y el espectáculo y ofrecen una serie de números aéreos de trapecio y telas, malabares con cajas, magia, música en directo, acrobacia... Un show único para toda la familia.
