En marzo, coincidiendo con el inicio de los preparativos para celebrar la Fira del Llibre de la capital de la Plana, la Asociación de Escritores de Castellón (AEC) remitió un escrito a la organización para solicitar que, dado que iba a apostarse por el formato tradicional de las casetas, a diferencia del criterio impuesto los últimos años se permitiera que cada autor pudiera firmar en el espacio de las librerías en las que fueran invitados. No fueron escuchados. Para el presidente de la agrupación, José Manuel González de la Cuesta, esta es una más de las condiciones «absurdas» que siguen estableciéndose en Castelló, a diferencia de lo que sucede con el resto de ferias del sector, y que están generando un evidente malestar entre quienes suelen ser el reclamo de estos eventos.

La coincidencia en fechas con la feria de València es otro de los errores «incomprensibles» de la nueva edición de esta convocatoria. «La explicación que nos dieron es que así podrían hacer que escritores que van a València, por cercanía, vinieran a Castelló, pero no tiene sentido y, por otra parte, no ha venido nadie», precisó. Según González de la Cuesta, no escoger otras fechas es más un problema que una oportunidad, que habría que repensar para el futuro.

Misión de la concejalía

El presidente de la AEC cree que en el origen de estos inconvenientes está el hecho de que la organización se deje en manos de un Gremio de Libreros «poco representativo» y que pone condiciones «para beneficiar solo a sus miembros».

La solución, a su parecer, pasaría por una mayor implicación municipal, que la concejalía de Cultura no solo tuviera más control sobre las condiciones de gestión y participación sino que, además, «destinara más presupuesto» para hacer de la feria de Castelló el referente que, a su modo de ver, podría ser. González de la Cuesta aplaude el cambio de modelo y de escenario, propiciado por el consistorio, pero piensa que se han quedado cortos. Señala que «llueve sobre mojado» y el Ayuntamiento tiene en su mano mejorar este evento.

Autores que se van sin firmar y los de Castellón requerían inscripción

«He sabido que ha habido algún escritor que no ha llegado ni a sentarse a firmar», remarcó el presidente de AEC para corroborar lo que ya avanzó ayer ‘Mediterráneo’. Existe un malestar latente como consecuencia de la organización entre escritores invitados, tanto de la provincia como de otros territorios, que después de desplazarse hasta Castelló se encontraron con cambios de horario sin informar y con que no había libros en el espacio reservado para firmar.

Los autores de Castellón, si querían participar, tenían que rellenar un formulario previo o no se les tendría en cuenta.

El Gremi de Llibreters desmiente el descontento y defiende su gestión

El Gremi de Libreters, responsable de la organización de la Fira del Llibre, en respuesta al malestar trasladado por libreros y escritores a este periódico, emitió este martes un comunicado en el que negó que existiera ese descontento. Afirman que de las 103 firmas invitadas «la agenda únicamente ha tenido dos únicos ajustes» que, según dicen, fueron informados previamente. Aseguran que la fecha es fija «desde hace 38 años» para hacerla coincidir con la fiesta local del Lledó y el Día del Libro. También indican que en el reglamento aprobado por el Gremi, se decidió crear el Espai de l’Autor para las firmas, y que está identificado.