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Polémica

Suspendido el Reggaeton Beach Festival de Tenerife

El Ayuntamiento de San Miguel de Abona rechaza los últimos intentos de la empresa y deniega la autorización | Los organizadores anuncian que devolverán el dinero de 20.000 entradas

Una nota advierte del precintado del espacio donde estaba previsto que se celebrase el festival.

La promotora del festival de reguetón que tenía previsto celebrarse hoy desde el mediodía en el municipio tinerfeño de San Miguel de Abona suspendió finalmente los conciertos al no conseguir los permisos. El anuncio de la empresa llegó anoche, pasadas las 23:00 horas: el Reggaeton Beach Festival "ha sido cancelado". "En los próximos días, todos los asistentes recibiréis un email con las indicaciones para solicitar el reembolso íntegro de las entradas y las recargas en las pulseras", asegura el comunicado de la promotora, que concluye: "Queremos informar a todos los afectados que vamos a emprender acciones legales contra la administración por las irregularidades cometidas en la tramitación de los expedientes. Sentimos las molestias que esto os haya podido causar". 

Se cierran así días de incertidumbre después de que el Ayuntamiento de San Miguel mantuviera la denegación de la autorización a un espectáculo para el que se habían vendido unas 20.000 entradas. La promotora, una empresa nacional que organiza estos mismos festivales en otros lugares de España como Barcelona, Mallorca o Santander, intentó hasta última hora de ayer subsanar los problemas pero fue imposible. La Policía Local de San Miguel de Abona, de hecho, precintó ayer al mediodía el recinto instalado en Amarilla Golf donde iba a celebrarse durante todo el día de hoy el Reggaeton Beach Festival Tenerife. 

El precinto que desapareció

Los agentes locales colocaron los precintos, apoyados por agentes de la Guardia Civil, con la intención de evitar la celebración del festival y cualquier problema de orden público. Y es que se habían vendido cerca de 20.000 entradas, como había anunciado la promotora en sus redes sociales. Sin embargo, el precinto policial desapareció tras la marcha de los agentes. La organización, la empresa RBF, siguió adelante durante toda la tarde y parte de la noche de este sábado con los preparativos, tal y como demuestran sus anuncios en redes sociales, con los trabajos de montaje del escenario y el reparto de pulseras entre cientos de jóvenes que se dieron cita desde media tarde en la zona del Amarilla Golf. Pero pasadas las 23:00 llegó el definitivo anuncio de la cancelación.

La productora carga contra el Consistorio: «Hay animadversión hacia nuestra música y nuestro público»

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El Consistorio mantuvo la negativa a autorizar el concierto por la falta de garantías de seguridad, según los informes de sus técnicos. Los organizadores intentaron revertir la decisión, fundamentada en un decreto del pasado martes del alcalde, Arturo González, con entrega de documentación durante el jueves y todo el día de ayer. Pero la negativa municipal a dar el permiso se mantuvo, porque no se ha cumplimentado la documentación requerida ni se cumple con el plan de seguridad. El decreto basa esta decisión en la falta de documentación y en informes técnicos desfavorables desde los ámbitos urbanísticos y de seguridad.

"Sin novedad. Sigue desautorizado. No nos corresponde a nosotros hablar de suspensión o prohibición". El mensaje lo lanzaba el Ayuntamiento sureño por la tarde. Fuentes del mismo indicaron que "el segundo expediente ha finalizado con cinco informes sectoriales negativos". Este nuevo documento se redactó para responder a los papeles, analizados casi uno a uno, que entregaron los promotores desde el jueves. Ambas partes mantuvieron múltiples contactos durante la jornada.

El Ayuntamiento de San Miguel de Abona "ha hecho todos los esfuerzos por tratar de sacar adelante la celebración del festival". Por un lado "al admitir documentación fuera de plazo en el primer expediente" y, luego, "al permitir que entregaran de madrugada más papales que se han valorado de manera exprés para tratar de verificar el cumplimiento de la ley". "Pero no ha cambiado nada respecto al primer expediente. No hay autorización", zanjó una fuente oficial.

Falta documentación

La promotora del festival intentó subsanar estas deficiencias pero era muy complicado hacerlo en tan poco tiempo. Sobre todo, la falta de certificados sectoriales, como el de servidumbre del corredor aéreo que debe remitir la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) por la cercanía del aeropuerto Tenerife Sur. Durante la colocación del precinto, los policías no cerraron los accesos para que se pudiera proceder a la retirada del material de una instalación prácticamente ya ultimada para el concierto. Advirtieron a representantes de la empresa organizadora que el quebrantamiento del precinto podía constituir un delito penal si continuaban con la preparación y trataban de celebrarlo. Conllevaría la apertura de diligencias judiciales. Otro dato: la empresa de seguridad privada que iba a cubrir el festival confirmó a los organizadores que renunciaba al servicio por no estar autorizado y encontrarse el recinto precintado. Ante esta situación, la empresa dio marcha atrás y a última hora anunció la cancelación.

Un sector siempre pendiente de estos actos es el de los taxistas. Uno de ellos se extrañaba de que el Ayuntamiento sanmiguelero no les hubiera comunicado, como otras veces, donde se habilitaría el espacio para ubicar sus vehículos. Ayer no daban abasto las cuarenta licencias para desplazar a los visitantes. "Cuando llegué al cruce de Las Chafiras vi mucha gente joven y atascos de tráfico". Lo cuenta un vecino del pueblo que regresaba desde la capital. Continúa: "Algunos decían que venían de Las Palmas y otros de la Península. Iban con su maletita o la bolsa para quedarse a dormir por el entono. Alguno incluso cruzaba la autopista, con el peligro que supone". Todos se han quedado en "el paraíso del perreo", como define la promotora a estos festivales.

De 65 a 140 euros

El Reggaeton Beach Festival Tenerife estaba previsto en un espacio con capacidad para 20.000 personas y casi todas las entradas, con precios entre 65 y 140 euros, ya se habían vendido. Dos factores fueron claves para convocar a tanta gente, sobre todo jóvenes aficionados al género musical. Por un lado, el anuncio de doce horas de espectáculo –de 12:00 a 00:00– y por otro lo atractivo del cartel con figuras de primer nivel como Anuel AA, Myke Towers o Justin Quiles. Tendrá que ser en otra ocasión.

La empresa cancela el festival en medio de duras críticas contra el Ayuntamiento. Así, acusó al Consistorio de haber dado permiso a otros eventos multitudinarios "sin la correspondiente licencia" y de haber actuado "con animadversión hacia nuestra marca, nuestra música y nuestro público, actuando de mala fe y filtrando informes técnicos con información errónea". La promotora asegura en el comunicado colgado anoche en sus redes sociales que debía haber conseguido el permiso y que se reserva el derecho a ejercer acciones legales "por los perjuicios causados tanto a la productora, como a la organización y a terceros". 

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