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Escenarios de series

El gran timo de 'Peaky Blinders'

La producción de Netflix sobre las martingalas mafiosas del clan Shelby apenas ha pisado Birmingham a pesar de que allí está ambientada en el periodo de entreguerras

Una imagen de la serie ’Peaky Blinders’.

Birmingham: cuna o al menos locomotora de la revolución industrial (sin ir más lejos allí encontró James Watt el dinero necesario para materializar y forrarse con su máquina de vapor). Tiene sentido, pues, que desde el último cuarto del siglo XIX fuera una de las capitales británicas del primer pandillerismo juvenil. 'Hooligans', se llamó a esa ralea. El clan Shelby de 'Peaky Blinders' respeta bastante el estilo indumentario y capilar de esos matones, si bien espectacularizado hasta el extremo de seducir a Loquillo, que parece un extra de la serie en sus últimas fotografías promocionales. Y existió en Birmingham una banda callejera llamada Peaky Blinders, aunque pueden estar seguros de que no chanaban tanto como Tommy y sus hermanos. A partir de aquí nos vamos de Birmingham, porque los escenarios donde se rodó la producción de Netflix están en otros sitios.

El cercano Museo Viviente del Black Country, en Dudley, brinda uno de los escenarios más idiosincrásicos de la serie, el tinglado de Charlie Strong, que de alguna manera preserva los orígenes gitanos de la familia y donde lo mismo se cierran asuntos de altura que se arma a la tropa con objetos para golpear y rajar.

Oh: la muy proletaria calle donde los Shelby tienen su negocio de apuestas tampoco está en Birmingham, sino que se trata de Powis Street, en Liverpool. La misma ciudad en la que está Admiral Grove, otra calle del feudo primigenio de los Peaky Blinders y donde nació nada más y nada menos que Ringo Starr.

Banda sonora

La casa de la tía Polly está en el conjunto residencial Port Sunlight, en Wiral, al lado de Liverpool, mientras que la oficina de Tommy se encuentra en un edificio industrial de la calle Cater, en Bradford. El cementerio Undercliffe de Bradford, la sede del ayuntamiento de la misma ciudad, la catedral y el Saint George’s Hall de Liverpool y el Town Hall de Leeds suministran otras localizaciones.

Aunque no haya nada que ver de 'Peaky Blinders', Birmingham ocupa un lugar destacado en la cultura popular moderna. La estupenda música de la serie, de anacrónica pero da igual orientación after punk, podría haber sido igualmente estupenda y más cercana a la ciudad y a las imágenes siderúrgicas de la ficción. No en balde de Birmingham son originarios Black Sabbath y Judas Priest. Anda que no habrían rimado canciones de ambos tótems del heavy metal con la estética de hierro y llamaradas de la serie. Pero el heavy metal, ya se sabe, no es 'cool'.

Como ciudad industrial y próspera, Birmingham fue destino temprano de inmigrantes, algo que refleja 'Peaky Blinders', aunque no mucho. Alguna canción del fabuloso y paisano grupo de reggae-pop The Beat no habría desentonado. Más difícil habría sido acomodar la melaza del mismo estilo de UB40.

Y ya directamente imposibles de conjugar con el tono de la serie serían las canciones de la Electric Light Orchestra de Jeff Lynne y, por un breve periodo, Roy Wood, el grupo más célebre surgido de Birmingham (y, ya puestos, casi de cualquier ciudad). Intenten imaginar 'Last train to London' como fondo sonoro de un desplazamiento de Tommy Shelby en barcaza. No es no.

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