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Arqueología

Hallazgo musical: cuando The Velvet Underground era un dúo folk

Un disco saca a la luz las primeras versiones conocidas de clásicos del grupo neoyorquino como 'Heroin', 'I'm waiting for the man' y 'Pale blue eyes'

Lou Reed y (al fondo) John Cale, en una actuación en el Café Bizarre de Greenwich Village en 1965.

El 11 de mayo de 1965, Lou Reed acudió a una oficina postal de Baldwin, Long Island, Nueva York, para enviar un paquete sellado y certificado por un notario. El destinatario del correo era Lewis Reed, residente en el 35 de Oakfield Avenue, en Freeport, Nueva York. Es decir, él mismo. Durante 52 años, el sobre que contenía el paquete permaneció intacto. Fue hallado en 2013, poco después de la muerte de Reed, en la oficina neoyorquina del músico, Sister Ray, donde compartía estantería con un montón de discos compactos sin desprecintar. Pero nadie tuvo verdadero interés en descubrir su contenido hasta finales de 2017, cuando el productor Don Fleming, que había sido escogido por Laurie Anderson, viuda de Reed, para poner orden en el legado del músico, decidió abrir por fin el sobre. Lo que ahí encontró fue un tesoro inesperado: una cinta Scotch de cinco pulgadas con las primeras versiones conocidas de algunas de las más emblemáticas canciones de The Velvet Underground.

El contenido de aquella cinta, remasterizado por el ingeniero John Baldwin, aparece ahora en forma de disco con el prosaico título de ‘Words & Music, May 1965’, una obra que se presenta como la primera referencia de un proyecto de recuperación de grabaciones inéditas de Lou Reed impulsado por Laurie Anderson y la discográfica Light in the Attic. Es más que probable que las próximas entregas superen a esta en calidad de sonido y solvencia instrumental, pero es muy difícil, por no decir imposible, que se le acerquen siquiera en importancia histórica.

En mayo de 1965, Reed, con 23 años, trabajaba como escritor de canciones para Pickwick Records (se describía a sí mismo como “una versión pobre de Carole King”) y en ese empleo había conocido al músico galés John Cale, con el que había empezado a desarrollar el embrión de un grupo que muy poco después se convertiría en The Velvet Underground. Por esas fechas (supuestamente el mismo día 11, aunque Cale es incapaz de recordar el día exacto ni el lugar y el sobre de Reed con la cinta no ofrece información al respecto), ambos grabaron una decena de canciones, incluyendo versiones primerizas de futuros clásicos del grupo neoyorquino como ‘Heroin’, ‘I’m waiting for the man’ y ‘Pale blue eyes’.

Proteger el 'copyright'

El propósito de la grabación no era otro que blindar los derechos de autor de Lou Reed sobre las canciones sin pasar por el oneroso trámite de registrar las composiciones. Por eso hizo que un notario certificara el paquete, haciendo que constara bien visible la fecha del envío, y también por eso antes de cada pista se escucha en la cinta la voz del músico diciendo: “Letra y música de Lou Reed”. La idea era abrir el sobre solo en caso de litigio con Pickwick Records, que tenía un notorio historial de conflictos con sus compositores en plantilla a cuenta del ‘copyright’. 

En su autobiografía ‘What’s Welsh for Zen?’, escrita en colaboración con Victor Bockris, John Cale recuerda que cuando Reed le enseñó por primera vez canciones como ‘Heroin’ y ‘I’m waiting for the man’, “las tocaba como si fueran canciones folk. Y es exactamente así como suenan en las versiones incluidas en ‘Words & Music, May 1965’. Las letras y las melodías son prácticamente idénticas a las de las grabaciones incluidas dos años después en el elepé ‘The Velvet Underground & Nico’, pero el sonido está mucho más cerca del blues y el folk acústico que se escuchaba en los garitos de Greenwich Village en los que Bob Dylan había afilado sus garras que de la intimidante transgresión eléctrica que convertiría los dos primeros discos del grupo en piezas de culto entre la vanguardia rockera.

“Escuchar la cinta es como toparte con una grabación de Folkways de los años 30”, aseguraba recientemente Laurie Anderson en la revista ‘Mojo’, aludiendo a la histórica discográfica especializada en música tradicional estadounidense. “Tiene un sonido espeluznante y desvencijado que te hace pensar que ha sido grabada en una autocaravana. Y te preguntas: ¿es ‘Heroin’ una canción folk? La gente se va a sorprender mucho”.

Canciones vetadas

Vívido retrato de la relación de dependencia que un heroinómano mantiene con la sustancia, la letra de ’Heroin’ resultaba particularmente avanzada a esas alturas de 1965, cuando se consideraba que el ‘Help!’ de los Beatles era un ejemplo de audacia y madurez en el terreno de la escritura de canciones pop. Otro tanto podría decirse de ‘I’m waiting for the man’, que relata la peripecia de un pobre diablo que pretende comprar heroína en Harlem. Según diversos testimonios, fue el vicepresidente de Pickwick Records, Ira Moss, quien vetó la publicación de estas canciones por considerarlas inapropiadas, una decisión que a la postre llevó a Reed y Cale a abandonar la discográfica y a centrar sus esfuerzos en la formación de The Velvet Underground.

El tercer gran clásico del grupo que aparece en ‘Words & Music, May 1965’ en su versión prehistórica es ‘Pale blue eyes’, aunque en este caso la letra sí presenta diferencias sustanciales respecto a la que se escucha en la lectura canónica recogida en el tercer elepé de The Velvet Underground, de 1969, grabado tras la marcha de John Cale.

El momento del cambio

El resto de las piezas incluidas en aquella vieja cinta Scotch de cinco pulgadas son canciones hasta ahora desconocidas, con la única excepción de ‘Wrap your troubles in dreams’, que formó parte del primer elepé en solitario de Nico y que aquí está cantada por Cale, cuya voz lúgubre y monocorde ya prefigura de algún modo el inquietante minimalismo que caracterizaría sus aportaciones a la Velvet. “Ese es el momento en el que el dúo folk formado por Lou Reed y John Cale se empieza a transformar en The Velvet Underground”, subraya Laurie Anderson.

Entre las canciones que ven la luz por primera vez destaca ‘Men of good fortune’ (nada que ver con la composición del mismo título que Reed incluyó en el álbum ‘Berlin’), una balada folk de aire tan tradicional que el productor Don Fleming recurrió a expertos musicólogos para intentar aclarar si se trataba de una versión (no parece ser el caso). También merecen mención especial ‘Buttercup song’, una extraña advertencia sobre los peligros del compromiso emocional servida entre cánticos tabernarios, y ‘Buzz Buzz Buzz’, un rock and roll primigenio a la manera de Chuck Berry.

Además de la edición en vinilo (¡y en cartucho de ocho pistas!) que recoge las 10 canciones registradas en mayo de 1965, el nuevo disco puede adquirirse en formato de compacto o casete con el extra añadido de seis grabaciones inéditas de un jovencísimo Lou Reed entre las que se incluyen una versión del ‘Don’t think twice, it’s all right’ de Bob Dylan y un viejo número de doo wop, ‘Gee Whiz’ (popularizado por Bob & Earl, entre otros), que el músico neoyorquino grabó en 1958, cuando solo tenía 16 años.  

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