El cineasta, fotógrafo y poeta francés Eric Hurtado se declara apasionado de Dalí y Garcia Lorca, sobre todo en las etapas de juventud y de la relación entre ambos. Fruto de esta curiosidad, estuvo buscando cuál es la cabaña que aparece en el inicio del film de Luis Buñuel y Salvador Dalí L’Âge d’Or, que Pere Vehí, otro apasionado de Dalí, había establecido como la de Cala Culip. La teoría salía de la similitud que tiene el paisaje que aparece en los espacios exteriores de la película con Culip.

A Hurtado no le convenció la conclusión: explica que, comparando las fotografías de Culip y L’Âge d’Or, admitía que el fondo era muy similar, pero en cambio no le cuadraban las proporciones de la cabaña ni la posición de la puerta de entrada. "Pere (Vehí) me decía que era porque la cabaña sufrió una reconstrucción", pero la explicación no convenció del todo a Hurtado y siguió buscando hasta que un día, por casualidad, descubrió que en Cala Jugadora también hubo una cabaña que hoy prácticamente está en ruinas.

Enseguida pensó que podría ser la de la película, pero era difícil de establecer porque el aspecto había cambiado mucho en los últimos casi cien años: actualmente hay mucha vegetación que entonces no estaba. La respuesta definitiva la encontró en una imagen que se encuentra en el libro Cadaqués desaparegut, de Erika Serna y Josep Vila y editado por Efadós, que pueden ver reproducida encima de estas líneas. La imagen del libro sale de una postal de época, y comparándola con el fotograma que se puede ver también en esta información, la similitud es evidente: misterio resuelto. La película se puede ver completa en Youtube, donde la escena empieza en el minuto 05:08

La película, rodada en 1930, la dirigió Buñuel con guion conjunto de Buñuel y Salvador Dalí. Se trata de un film surrealista que trata "la historia de un amor loco", según Hurtado, sospechosamente similar al de Dalí y Gala. La mayoría de las localizaciones exteriores están rodadas en el Cap de Creus, pero hay escenas interiores, algunas de las cuales representan el interior de la cabaña, que se rodaron en París, quizás por la imposibilidad de entrar las cámaras de la época en la minúscula cabaña de la cala.ç

Así está la cabaña actualmente.

Buñuel había conocido el paraje de la mano de Dalí unos años antes, y "se enamoró de la locura mineral". La circulación de imágenes era muy inferior a la actual: "Para los espectadores de la época, los paisajes del Cap de Creus eran el planeta Marte". Un hecho bien curioso del rodaje es que, aunque se hizo en Cadaqués, Dalí no estuvo presente, explica Hurtado. El padre del pintor justo le había expulsado de su casa y no vivía todavía en Portlligat: fue justo cuando se enamoró de Gala. El rodaje esconde más misterios, y no siempre los libros publicados que establecen canon sobre las vidas de personas conocidas son del todo cuidadoso. "En la biografía de Buñuel, Ian Gibson dice que el desembarco de la película es en cala Prona, pero en cambio, el paisaje es indudablemente el de cala Fredosa". El Cap de Creus y el surrealismo tienen todavía más relaciones de las que se pensaban, y no siempre se conocen tan bien como parecía.