El escritor de Castellón más vendido provoca largas colas para conseguir su firma

Entre los regalos que Papá Noel habrá dejado en muchas casas de la provincia de Castellón y fuera de ella, si de aficionados a la lectura se trata, de buen seguro estará un ejemplar de la última novedad del que posiblemente sea el escritor de la provincia de Castellón más vendido. Las colas que provocó su presencia en la Librería Argot de la capital de la Plana demostraron, una vez más, la espectación que genera en cada una de sus apariciones públicas.

Durante horas, decenas de personas se concentraron haciendo cola en la céntrica calle San Vicente para conseguir la firma de Cuando era divertido (Edicions B), el libro que el castellonense Eloy Moreno califica como «una historia incómoda», de las que tratan temas muy comunes para tanta gente pero de los que se evita hablar. Incide, de hecho, en que «quizás sea la más incómoda que he escrito hasta la fecha».

'Cuando era divertido', la novela «más incómoda» de Eloy Moreno

Moreno es un autor apto para todos los públicos. Sus cuentos gustan a niños y mayores, sus novelas se han incluido en el listado de lecturas obligatorias de muchos institutos de secundaria y son indispensables para multitud de adultos que encuentran en su obra una invitación a reflexionar mientras se disfruta del placer de sumergirse entre las páginas de un libro. Pero ahora advierte, Cuando era divertido es otra cosa. «Al leerla puede que encuentres a esos fantasmas que siempre han estado a tu lado pereo que no has querido ver», dijo en una entrevista concedida a Mediterráneo el pasado mes de noviembre, en los días previos al lanzamiento de la novela.

Poco después de un mes de la llegada a las librerías --en apenas 15 días la editorial anunció la impresión de la 2ª edición— de esta novedad literaria, las reacciones de los lectores son del tipo «merece la pena quien te la quita», le dijo una lectora como resumen a sus impresiones tras completar la novela. Otra persona escribió a Eloy Moreno para contarle que «Después de dos años sin sexo, nos planteamos si queríamos ser padres y que nuestro hijo tenga un hermanito», y la conclusión a la que llegaron fue un acuerdo: «Tener sexo ciertas fechas del mes que coincidirían con la ovulación para lograr tener un hijo». A lo que el autor afirmó: «Cada pareja es un mundo, hay situaciones tan, tan distintas...».

Y es que Cuando era divertido cuenta cómo asumen sus protagonistas el final de su historia de amor.