Entrevista | José Corbacho

"La sonrisa y el aplauso se cotizan muy caros en estos momentos"

El humorista analiza el momento actual del teatro y el humor de la pospandemia

Un retrato del popular actor cómico catalán José Corbacho.

Un retrato del popular actor cómico catalán José Corbacho. / Theresa Paul

Juan Suárez

José Corbacho vuelve a la isla con humor y ganas de reencuentro con amigos y fans. Será esta noche a partir de las 22 horas en el Teatro Ibiza con su espectáculo ‘Ante todo mucha calma’.

¿Qué presenta esta noche en Teatro Ibiza?

Un monólogo para colaborar con este teatro, darle ruido, visibilidad y apoyar la oferta teatral y cultural de la isla. Es un divertimento para que la gente se lo pase bien. Hace tiempo que no actúo en la isla y esta es una excelente oportunidad de reencontrarme con amigos y fans.

¿En qué otros proyectos trabaja actualmente?

Estoy de gira por toda España con este monólogo. Vuelvo a Barcelona para actuar en la tercera temporada del Teatre Borràs, luego con otro proyecto mayor que estrenamos en el Festival de Barcelona y el Palau de la Música y el 14 de febrero lo haremos en el Teatro Tívoli. Se llama ‘Love, love, love’, lo hago junto a Ramón Gene contando historias de amor a la música clásica y contemporánea acompañados de una orquesta sinfónica y una banda de rock. Son 50 músicos en escena y es un espectáculo chulo que llevamos también de gira por España.

¿La gusta más ir solo o con tanto acompañamiento?

Cuando no quiero ir solo como hoy cojo la banda y la orquesta y nos juntamos 50.

¿Está grabando un nuevo programa para TVE?

Es un programa para Televisión Española para cubrir la franja que ha dejado ‘Corazón, Corazón’ de Anne Igartiburu. Es un espacio nuevo de reportajes en los que enseño curiosidades y rutas de artistas muy conocidos de este país. Los primeros han sido Monserrat Caballé, con una ruta por Barcelona, y Manolo Escobar por Badalona. No tiene título todavía. También he colaborado en el especial de ‘MasterChef’ de Navidad.

¿Se ha vuelto más versátil o la actual situación obliga a los actores a ser más flexibles?

Siempre voy de ‘allá p’acá y de aquí p’allí’, picando bolos y trabajando, afortunadamente. Los actores hemos de adaptarnos a los tiempos y a lo que demanda el público, sin duda.

¿Hay un humor pospandemia, diferente al anterior?

El humor es como la vida, van muy ligados, es tan imprescindible en la vida tener humor como vivir. El humor va cambiando y evolucionando como la vida y las personas, por suerte. Los que nos dedicamos a la comedia somos como cualquier hijo de vecino y evolucionamos según lo que pasa.

Fue difícil trabajar en pandemia para los humoristas...

Fue muy complicado porque no podíamos ver a la gente sonreír por la mascarilla, lo cual es fundamental para un cómico. Solo hemos podido escuchar. El público agradece más el humor, la comedia y el espectáculo teatral en la pospandemia, cosa con la que me congratulo porque se valora el trabajo de los humoristas, que a veces lo necesitamos.

¿Había hambre de humor?

Hay muchas ganas y predisposición a pasarlo bien y olvidarse de lo ocurrido, ya que la vida es en parte comedia pero tiene mucho de tragedia.

¿El teatro es el refugio de los actores por lo general?

El teatro son muchas cosas a la vez. Para mí es el inicio de todo y el reinicio en cualquier ocasión, comencé actuando con la famosa compañía La Cubana, con la que estuve muchos años, luego salté al mundo de la televisión en directo, con público y muy teatral, por lo que siempre me reencuentro a mí mismo en el teatro. Me gusta estar acompañado en el escenario, pero el estar solo como ahora me da una libertad que no tengo en otro medio como la televisión, el cine o la radio, donde hay otros tiempos y dependencias. Me siento más cómodo en un escenario que en otros sitios de la vida.

Pero un monólogo requiere una mayor responsabilidad.

Encima de un escenario con un micro tienes más responsabilidad ya que estás solo y si la gente no se ríe o no funciona el único responsables eres tú. En los momentos en que no podían hacer rodajes y otros trabajos con otros actores, pude ver que una persona sola lo tiene más fácil para trabajar en aforos reducidos y en pequeñas localidades. Esta experiencia me ha dado muchas satisfacciones y trabajo. Mientras que me propongan algo que me apetezca y me ilusione lo hago.

¿Hay que diversificar el cometido del humorista?

Nuestro trabajo, por suerte, nos permite diversificar mucho. Estoy muy contento con la colaboración como productor que he hecho con Carles Sans en su nuevo show como monologuista. Está siendo un éxito.

Con tantas plataformas y programas, ¿cómo se elige un buen programa de humor?

Lo bueno de que haya mucha oferta es que hay más donde buscar y lo malo es que esa mayor oferta no ha significado una mayor calidad. Mayor oferta es solo que hay más cosas y eso obliga a más búsqueda. Antes teníamos controladas las series que queríamos ver y ahora tenemos que asumir que no vamos a tener tiempo en una vida para ver todo lo que nos ofrecen. Esto pasa con todo porque hay un exceso de información.

¿Cuánto vale un aplauso en estos momentos?

Tiene mucho valor, no sé el coste real, pero me gusta pensar que el aplauso y la risa cotizan muy caros en estos momentos y hay que trabajarlos mucho. Un chiste y una broma si no funcionan tienes que hacer otra cosa, no vale decir que no lo han entendido los demás. Hay gente que sale al escenario y solo con verle la cara ya da risa, a mí me cuesta ganar el aplauso

¿Después de haber sido estrella de prime time, los bolos le saben a poco?

Me encantan los bolos porque significa viajar, recuperar y reencontrarme con gente, como va a suceder esta noche.

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