ENTREVISTA | YUNKE Mago, bicampeón del mundo de grandes ilusiones y vilavellero

«La gente va a sentir el espectáculo, creerá en los pequeños milagros»

El vecino más internacional de la Vilavella estará en Castelló, en una carpa de circo frente al recinto de fiestas, entre el 13 y el 29 de enero con 'Hangar 52'

Mayo Yunke recibe a 'Mediterráneo' en su casa en los días previos a su estreno en Castelló.

Mayo Yunke recibe a 'Mediterráneo' en su casa en los días previos a su estreno en Castelló. / MÒNICA MIRA

Sobre la mesa del comedor de su casa, en la que nos acoge, reposan dos libros, Retrato de una mujer moderna, del también vilavellero Manuel Vicent, y One Hundred Years of Sawing, del gran experto en magia Mike Caveney, en el que incluyó una referencia sobre una de sus ilusiones más conocidas en la que se parte a sí mismo en dos. No es un tópico. Todo entre esas cuatro paredes es Yunke y Yunke, sobre el escenario y fuera de él, es una contagiosa fuente de ilusión, de ganas, de entusiasmo, el que promete ofrecer a las 15.000 personas que hasta el 29 de enero tendrán la oportunidad de asistir en Castelló al explosivo espectáculo Hangar 52 después de haber arrasado en Madrid con más de 50 actuaciones en un mes de entradas agotadas. Yunke vuelve a casa como nunca antes lo había hecho.

—Llegas a Castelló después de un rotundo éxito en Madrid que no sé si esperabas, después de haber actuado con las limitaciones de la pandemia en el 2021. 

Ya había estado en Ifema en el 2019 durante tres meses y fue muy bien, aunque ya estábamos en pandemia y eran otros momentos vitales. Sinceramente, me esperaba una buena respuesta, pero no tanta acogida. Por la reacción del público, ver cómo se emocionaba, incluso a gente llorando. Hasta ahora había actuado mucho, pero nunca había experimentado esa sensación. Al final, es el mismo espectáculo, aunque se han mejorado algunas partes, pero creo que ahora, la parte humana, la que depende de mí, trasciende más, emociona y eso hace que tenga mayor resultado.

—Vuelves a casa, el lugar donde empezó todo. ¿Qué cambios verán quienes asistieron hace ya algunos años al estreno de ‘Hangar 52’ en la Vall d’Uixó?

—La transformación es abismal. El público va a sentir muchos cambios. Lo que se siente es diferente, cómo está unido, no hay tiempos muertos, la microhistorias que se cuentan llegan a todo el mundo, la magia está más pensada, hay muchos juegos demoledores. Me ha pasado algo muy curioso. En una de las últimas actuaciones, mi hijo me preguntó si había pactado con el público los juegos de adivinación. ¡Si mi hijo piensa eso! Le digo que no tengo poderes, pero sí ingenio para hacer lo que parece imposible. Al final, el público ve cosas que a sus ojos son pequeños milagros y eso se consigue con la seguridad del artista.

Yunke Hangar 52

Yunke promete una experiencia completa cargada de emociones en Castelló con 'Hangar 52'. / EDUARDO SORIA GALÁN

—Pero después de repetir una y otra vez el mismo espectáculo, ¿la ilusión no se acaba?

—Hay gente que con Hangar 52 ha venido a verme dos o tres veces. Están asistiendo a la misma actuación, en la que hemos cambiado algunos efectos de música, de imagen... aunque en los números de magia no hay ningún cambio, pero está el rodaje, la seguridad, como te comentaba, la persona que lo hace, esa creo que es mi manera de conectar con el público.

—Más de 50 actuaciones en Madrid, ahora Castelló, después València. ¿Cómo se aguanta ese ritmo en un espectáculo como el que ofreces en ‘Hangar 52’?

—Te confieso que antes de empezar tenía miedo de no poder aguantar todas las actuaciones de Madrid. Es un show muy físico en el que me pongo al límite constantemente. Son cuatro horas de actuación más el tiempo de atender a la gente, hacer entrevistas, estar pendiente de todo, corregir cosas que pueden mejorar. Al final, el desgaste es muy grande. El hacer pases tan continuos --en Madrid he llegado a hacer tres sesiones en un día-- te hace que tengas una preparación física para aguantarlo. Y luego está la motivación. Tener a 1.200 personas en cada actuación y recibir ese aplauso final... Llego cargado de energía y con muchas ganas.

Yunke reunió en cada actuación a más de 1.200 personas en la complicada plaza que siempre es Madrid.

Yunke reunió en cada actuación a más de 1.200 personas en la complicada plaza que siempre es Madrid.

—Cambias el formato. De un espacio cerrado a una carpa de circo.

—Montar solo la carpa ya es un reclamo, refuerza la idea de que la gente va a vivir una experiencia completa. Cuando lleguen van a ver la carpa desde fuera, entrarán y se encontrán con el hall, un espacio para palomitas y con decoración especial, dentro estarán las gradas, es un espacio muy envolvente. El montaje me permite meter una pasarela y conectar con todo el público, que estará muy encima. Cada peresona lo verá como si estuviera en primera fila. La carpa me da más libertad de montar el espectáculo que yo quiero. 

—Dices que incorporas mejoras en cada nueva actuación. ¿Después de actuar con el mismo show tantas veces, queda margen para la mejora?

—Sin ninguna duda. Si viéramos el primer espectáculo que hice en Madrid en el 2022 y el último, hay un cambio sustancial, en el mismo mes, y cuando pasan los años, todavía más. Cuando desaparezca esa necesidad de crecer querrá decir que no estaré motivado y tendré que retirarme, dejar de actuar. Pero de momento veo margen de evolución. Yo soy mejor artista hoy que ayer, seguro. Porque lo vivo, lo siento, me interesa, cualquier circunstancia hace que quiera mejorar.

Yunke vuelve a casa como nunca antes, al programar 15 días de actuaciones con su demoledor espectáculo 'Hangar 52'.

Yunke vuelve a casa como nunca antes, al programar 15 días de actuaciones con su demoledor espectáculo 'Hangar 52'. / MÒNICA MIRA

—En un momento como el actual, con dos campeonatos del mundo, el éxito cada vez que te subes a un escenario... ¿no te paras a pensar qué ha pasado, cómo has llegado hasta aquí?

—Cuando reflexiono sobre eso, que lo hago poco, siempre tengo la sensación de que estoy empezando. Llevo una producción más grande, sí. Tengo más responsabilidad, pero lo que me mueve es lo mismo que me movía cuando empecé: salir y hacerlo lo mejor que sé. Es fundamental para subirse a un escenario y que todo funcione. Mira, lo que yo hago no es importante, no tiene que ver con la salud... Lo mío es divertir a la gente, es arte, distracción, por eso no me creo nadie distinguido, me implico en los montajes y los desmontajes, hablo con la gente, me hago fotos, soy el mismo. No sé vivir lo que hago de otra manera.