NUESTRO LIBRO DE LA SEMANA

Nuestro vínculo (perdido) con la naturaleza y las estaciones

Ryoko Sekiguchi es la autora de 'Nagori. Nostalgia por la estación que termina', un breve y delicioso ensayo que publica Periférica con traducción de Regina López Muñoz

Ryoko Sekiguchi es una reconocida poeta, traductora y crítica gastronómica de origen japonés.

Ryoko Sekiguchi es una reconocida poeta, traductora y crítica gastronómica de origen japonés. / Felipe Ribon

Eric Gras

Eric Gras

Nuestro cerebro no ha vivido una época como la actual, plagada de estímulos que ya no proceden únicamente de la naturaleza, sobreinformada, saturada. En ocasiones, dudo que sea capaz de asimilar todo ese amasijo de datos, de experiencias e impulsos provenientes de miles y miles de canales, soportes... ¿Somos conscientes del mundo, de su ritmo? ¿Apreciamos verdaderamente su esencia? ¿Alcanzamos una relación plena con él, respetándolo? ¿Nos interesamos por él?

Algo tan simple como un cambio de estación puede resultar meramente anecdótico pero encierra un universo extraordinario de cambios, pequeños o no, que imprimen una velocidad diferente en la propia naturaleza y en nosotros mismos. No obstante, hoy por hoy, esos cambios son imperceptibles y no porque realmente lo sean ante nuestra mirada, sino porque hemos dejado de interesarnos por ellos, lo cual dice poco del afecto que demostramos por ese cosmos del que formamos parte, aunque hay excepciones, claro está.

Otro aspecto fundamental en nuestra contemporaneidad es el respeto e interés (o ganas de aprender) por otras culturas ajenas a la de nuestro círculo más cercano. Sólo así uno amplía su mirada, la enriquece, y se da cuenta de que no puede dar nada por sentado, ni categorizar lo que no se puede categorizar. Así, cuando hablamos de cuántas estaciones tiene el año, deberíamos empezar a reconocer que no son cuatro, o que no son únicamente cuatro, ya que dependiendo del punto geográfico del planeta en el que estás, las condiciones meteorológicas varían estableciendo nuevas (o diferentes más bien) maneras de «clasificar» dichas estaciones. Eso es algo que he asimilado al leer el breve y delicioso ensayo de Ryoko Sekiguchi Nagori (Periférica).

La poeta y traductora nipona, que es también crítica gastronómica, ahonda en un concepto, «nagori», que nos invita a ver con otros ojos las temporadas de los alimentos, de la naturaleza en sí, y lo hace creando una atmósfera delicada en la que aflora un sentimiento de nostalgia intenso por cómo mirábamos y entendíamos el mundo, por cómo articulábamos su movimiento, respetando al máximo los ciclos de la vida. En este sentido, hablar o referirse a un determinado fruto, a su olor y sabor, y a cómo éstos pueden ofrecer múltiples y complejos matices al cambiar de estación, es algo necesario porque muchos de nosotros hemos olvidado esas sensaciones que siempre han estado ahí, a nuestro alcance.

Ofreciéndonos un recorrido singular por la sabiduría y poesía japonesa, así como por algunos pasajes de su historia, Sekiguchi nos dice que «la sensibilidad nace de las palabras», que existe el tiempo lineal y el cíclico (y que es importante reconocerlos), que la vida de la naturaleza que nos rodea trasciende nuestra imaginación, que «las estaciones son puentes que nos vinculan con los demás seres vivos» o que esas mismas estaciones «son un sentimiento, una emoción» y que entablamos con ellas una relación íntima y personal que no deberíamos menospreciar, más bien al contrario, porque, al fin y al cabo, hablamos de la vida.

'Nagori. La nostalgia por la estación que termina', de Ryoko Sekiguchi.

'Nagori. La nostalgia por la estación que termina', de Ryoko Sekiguchi.

Traducción: Regina López Muñoz

Editorial: Periférica

Cáceres, 2023

Páginas 136

Ensayo