Una 'mirada' de premio: El castellonense Miguel Ángel Cruzado Gómez, reconocido por partida doble

El fotógrafo obtiene dos galardones (oro y plata) en los prestigiosos Premios Lux de Fotografía Profesional que se entregan en Barcelona

Cruzado reproduce con maestría imágenes que recuerdan tiempos pasados en sus proyectos premiados.

Cruzado reproduce con maestría imágenes que recuerdan tiempos pasados en sus proyectos premiados.

Eva Colom

Eva Colom

La fotografía analógica es considerada por algunos como un arte que permite capturar momentos únicos a partir de la combinación perfecta entre química, luz y pasión. Y en la mirada y el objetivo de Miguel Ángel Cruzado alcanza una nueva dimensión, que ha sido reconocida en la última edición de los Premios Lux de Fotografía Profesional, cuya entrega tuvo lugar el 9 de noviembre en Barcelona.

Cruzado logró el oro, en la categoría proyecto personal, por su obra El legado de Luis Raluy, y la plata, en bodegón, por su proyecto Objetos familiares, una mirada al pasado. Parte II. Dos galardones que avalan su pericia y destreza a la hora de captar instantáneas que bien parecen tomadas tiempo atrás, cuando la tecnología no había asomado, si quiera, al universo artístico. El fotógrafo castellonense ha vuelto a los orígenes de una trayectoria que inició hace más de tres décadas y en la que ha surfeado por distintas facetas de la profesión, como la fotografía industrial y publicitaria, la fotografía social y la fotografía de viaje. Y en todas ha salido más que airoso. Le viene de cuna, ya que su padre, Manuel Cruzado Cazador, fue una eminencia en el género en la provincia desde la década de los 70, con una reconocida trayectoria profesional y en la que plasmó excelentes temáticas, muchas de corte social y registradas en diversos países, que quedaron para la posteridad como auténticas joyas retrospectivas.

El oro

El legado de Luis Raluy, un circo encontrado en el camino, es un proyecto que Cruzado pone en marcha en su mente a partir de un espectáculo circense que llega a Castelló, su ciudad, y que conserva la esencia del otrora circo clásico y tradicional: el Circo Raluy Legacy. Dirigido por una familia desde hace seis generaciones, la propuesta de entretenimiento conserva la estética y los valores de su fundador, que cautiva, de inmediato, al fotógrafo. Cruzado consigue esta obra fotográfica mediante el proceso de colodión húmedo, una técnica que data de 1850. La autenticidad se hace evidente en cada imagen.

La plata

Por su parte, Objetos familiares, una mirada al pasado. Parte II, se sumerge en otro tiempo con la misma técnica, en placas de cristal, conocidas como ambrotipos, y cada fotografía representa una oda a la identidad y a la herencia familiar. Cruzado refleja en este proyecto la cotidianidad convertida en tesoro emocional, como la máquina de coser de su abuela o las tijeras de costura de su abuelo sastre, por citar algunos ejemplos. Nostalgia y autenticidad se dan la mano en esta serie. Una propuesta que invita a reflexionar, según afirma el autor, sobre «la importancia de la identidad y la continuidad a través de los objetos que heredamos impregnados de la esencia de los seres queridos que los poseían y que nos llevan a mantener viva su memoria por siempre».

Tracking Pixel Contents