Estreno
El héroe bajo el traje de Superman: Christopher Reeve y la fragilidad del hombre de acero
Este jueves se estrena ‘Super/Man: La historia de Christopher Reeve’, documental centrado en la vida del popular Superman de los 70 tras convertirse en icono de la comunidad parapléjica y en activista de los discapacitados

Christopher Reeve recibiendo el National Courage Award en 1996. / ANDY KING
Quim Casas
El 27 de mayo de 1995 la vida de Christopher Reeve, el Superman del celuloide setentero, dio un vuelco total cuando cayó del caballo durante una prueba de obstáculos. Extrañas paradojas de la vida, el actor tenía alergia a los equinos, pero en 1984 aprendió a montar a caballo por obligación durante el rodaje de una adaptación televisiva de ‘Anna Karenina'. A partir de ese momento, la equitación se convirtió en parte fundamental de su vida. Hasta el fatídico accidente. La grave lesión que se hizo en la médula espinal podría haberle provocado la muerte instantánea de producirse un centímetro más a la izquierda. O quedar en un simple golpe de ser un centímetro a la derecha. Se salvó, pero quedó tetrapléjico y con respiración asistida, sin movilidad de los hombros a los pies.

Christopher Reeve en "Superman", estrenada en 1978. / HO
De todo esto, de una carrera rápida, una vida personal complicada y un instante que lo cambió todo trata ‘Super/Man: La historia de Christopher Reeve’, documental realizado por Ian Bonhôte y Peter Ettedgi que se estrena este jueves. Es el fruto de la alianza entre DC, la firma que lanzó al mundo en 1938 al Superman de los tebeos, y la sección de documentales de HBO.
El filme se centra más en el hombre y en su lucha –en lo que su hija Alexandra denomina tierra de discapacidad– que en la estrella cinematográfica, aunque de Superman se habla bastante a lo largo del documental. Es Alexandra también quien comenta que su padre había encontrado por fin el equilibrio entre su vida privada –condicionada por el temprano divorcio de sus padres y, después, por la separación con su primera esposa, Gae Exton– y su carrera, pero ese instante funesto lo cambió todo, y no para bien.

Christopher Reeve y Brooke Ellison en el documental "The Brooke Ellison Story". / HO
Puede verse este documental como una historia de resiliencia, porque los avatares de la familia Reeve explicados a lo largo de la película son una permanente tragedia. A la separación traumática de los padres de Reeve cuando era niño y la de Christopher y Gae, cuando Alexandra y su hermano mayor, Matthew, eran también pequeños, seguiría la invalidez de quien fuera el personaje más poderosos del mundo enfundado en las mallas de Superman, su muerte en octubre de 2004 a causa de las complicaciones derivadas de una infección y, apenas medio año después, el fallecimiento de su segunda esposa, la cantante Dana Reeve, a causa de un cáncer.
Algunos de los amigos, familiares y políticos que comparecen en el documental (Susan Sarandon, Glenn Close, Jeff Daniels y John Kerry, secretario de Estado durante la presidencia de Barack Obama) hablan constantemente de la fortaleza de esta familia pese a todos los reveses sufridos. El más joven, Will, el único hijo que tuvieron Dana y Christopher, aparece en el documental como alguien verdaderamente desamparado.

Christopher Reeve en 2003 en una conferencia de prensa. / / LAWRENCE JACKSON
En una parte se trata la meteórica carrera hacia el estrellato gracias a ser escogido para encarnar a Superman/Clark Kent en el filme de Richard Donner realizado en 1978. Pierre Spengler, uno de los productores, recuerda que ante la imposibilidad de tener a un actor conocido para el papel, decidieron buscar a uno completamente desconocido y rodearlo de estrellas (Marlon Brando, Gene Hackman, Glenn Ford, Trevor Howard, Jackie Cooper, Terence Stamp, Margot Kidder, Valerie Perrine).
Reeve no había hecho prácticamente nada cuando le tocó el premio gordo de la lotería hollywoodiense de aquel momento. Estaba interpretando pequeñas obras teatrales en el off-Broadway. Jeff Daniels, uno de sus compañeros de aquella época, entendió la decisión de Reeve de aceptar el papel de Superman, al contrario que William Hurt, su compañero de reparto en una obra, que le dijo que iba a tirar su carrera por la borda. Con todo, Daniels comenta que “la fama es un tren de mercancías que te pasa por encima”.

Christopher Reeve y Margot Kidder en 'Superman'. / EFE
Reeve encaró bien la fama al principio, pero la realidad es que nunca pudo romper con su imagen de Superman y los distintos papeles en cine que acometió después fueron un fracaso. Era, conviene decirlo, un actor limitado. Y no supo decir no a la tercera y cuarta película en la que incorporó al hombre de acero: en una entrevista posterior al rodaje de ‘Superman III’ asegura que Hollywood padece una enfermedad llamada ‘seculitis’, la epidemia de las secuelas.
Pero ‘Super/Man: La historia de Christopher Reeve’ no habla solo del actor ni del icono cinematográfico. Explora otro carácter igual de representativo: cómo se convirtió en icono de la comunidad parapléjica y en activista de los discapacitados. Eso tras un largo aprendizaje físico y emocional que tardó en ahuyentar, por ejemplo, el sentimiento de culpa: “Me di cuenta de que había arruinado mi vida y la de los demás”, pensó al volver a la vida después del accidente. O la idea, terrible, de haber hecho una transición demasiado rápida del hecho de participar –en el cine, en la vida de sus hijos, con su esposa– a observar desde una silla de ruedas.
Activista también del medio ambiente y los derechos humanos, Reeve creó una fundación que hoy dirigen sus tres hijos. Su discurso en la Convención Nacional del Partido Demócrata de 1996 fue vital para que el Gobierno mejorara los recursos destinados al tratamiento e investigación de las personas en situación parecida a la suya. Aunque vivía holgadamente, en un momento del documental se asegura que los 400.000 dólares anuales que debía emplear en sus cuidados acabaron siendo una cantidad prohibitiva para su economía.

Christopher Reeve y su amiga Susan Sarandon en el Governor's Ball de 1996. / JEFF VINNICK
La película captura también la gran relación con el también fallecido Robin Williams, personaje omnipresente en el documental, amigo íntimo desde la juventud y figura esencial en su recuperación sicológica. Aparecen igualmente algunas sombras en la coherente trayectoria del actor después del accidente: la comunidad parapléjica que tanto lo alababa por dar visibilidad a sus demandas entró en conflicto con Reeve por culpa de una desafortunado anuncio en el que el actor volvía a caminar gracias a la imagen infográfica.
Curiosamente, en una de las últimas películas que hizo antes del accidente, ‘Libre de sospecha’, encarnó a un policía paralítico. En 1998 ‘rentabilizó’ artísticamente su situación interpretando una nueva versión para televisión de ‘La ventana indiscreta’, en la que su personaje está siempre en silla de ruedas. Tener casi todo el cuerpo inmóvil no le impidió dirigir dos películas, ‘Al caer la noche’, un relato sobre el sida protagonizado por sus dos amigas Glenn Close y Whoopi Goldberg, y ‘The Brooke Ellison story’, telefilme sobre una mujer parapléjica que se convirtió en amiga y gran activista como él.
- Alerta amarilla por 'granizo abundante' en Castellón
- Andrea, la joven que se fue de Barcelona para vivir entre animales en un pueblo de Castellón: 'Me ha explotado el Instagram
- Adiós a la jubilación a los 67 años: la Seguridad Social sube la edad máxima en 2025 para estos trabajadores
- Os lo juro que me mata': angustioso grito de auxilio por violencia machista en plena calle en Castelló
- Un importante edificio de Castellón será reformado para detener su degradación
- Odisea de una familia de Castellón para volver a causa de Ryanair
- El billete de pesetas de la época de Franco que puede valer hasta 20.000 euros
- Casi medio millón de euros: el primer premio de la Bonoloto deja un nuevo 'rico' en Castelló