Un hito cultural que sigue vivo

Cànem: medio siglo de arte y audacia en Castelló

La galería castellonense celebra el 21 de diciembre 50 años como referente del arte contemporáneo en la capital de la Plana y la provincia, destacando su compromiso con los artistas locales, su proyección internacional y su papel como motor cultural de la región

La galería Cànem celebra sus 50 años de trayectoria

Gabriel Utiel

Eric Gras

Eric Gras

En el corazón de Castelló, una ciudad que a menudo se siente eclipsada por los grandes polos culturales de España, la galería Cànem ha tejido en las últimas cinco décadas una historia que lleva desafiando los límites geográficos y artísticos.  

Fundada el 21 de diciembre de 1974 por la artista Pilar Dolz —y su inseparable Rafael Menezoy un pequeño círculo de cómplices culturales, esta galería no solo inició con su apertura una etapa de modernidad en el arte contemporáneo de la provincia, sino que también colocó a Castelló en el mapa artístico nacional e internacional. Hoy, medio siglo después, celebramos su legado como un faro inquebrantable de creatividad y compromiso.

El arte como acto de valentía

Abrir una galería de arte contemporáneo en la España de los años setenta, aún bajo el yugo del franquismo, era un acto de osadía. Pero hacerlo desde Castelló, una ciudad periférica en el contexto cultural de la época, fue un auténtico acto de resistencia. La primera exposición, con las obras de Boix, Heras y Armengol, marcó el tono de lo que vendría: una apuesta por un arte comprometido, arraigado en el tiempo y el territorio, pero con miras hacia el mundo.

De izquierda a derecha son Arturo Heras, Manuel Boix y Rafael Armengol, en la primera exposición de Cànem.

De izquierda a derecha son Arturo Heras, Manuel Boix y Rafael Armengol, en la primera exposición de Cànem. / MEDITERRÁNEO

Desde entonces, Cànem ha sido y es un espacio de descubrimiento y promoción para generaciones de artistas castellonenses y valencianos como Mar Arza, Pilar Beltrán, Miquel Gozalbo, Vicent Carda, Ester Pegueroles, Joaquina Moragrega, Joan Ponç, Hernández Pijuan, Eva Mus y Ximo Amigó, entre muchos otros. Al mismo tiempo, ha abierto sus puertas a nombres de la vanguardia internacional, convirtiéndose en un crisol donde lo local y lo global se encuentran.

Entre lo íntimo y lo universal

El compromiso de Cànem con la excelencia no se ha limitado a su programación expositiva. A lo largo de su historia, la galería ha representado a sus artistas en ferias internacionales de renombre como ARCO, Art Miami y Estampa, llevando el arte valenciano a los circuitos globales. Este esfuerzo no ha sido solo comercial; ha sido una declaración de principios: dar visibilidad y proyección a sus creadores, conectando su obra con públicos más amplios y diversos.

La edición de obra gráfica y libros de artista es otro de los pilares de su trayectoria. Aquí, la galería ha sido pionera en explorar nuevos formatos, técnicas y lenguajes, reafirmando su carácter innovador.

La galerista Pilar Dolz, junto a Manolo Safont, dos años antes de inaugurar Cànem, en 1972.

La galerista Pilar Dolz, junto a Manolo Safont, dos años antes de inaugurar Cànem, en 1972. / MEDITERRÁNEO

Un espacio de debate

Más allá del arte, Cànem ha sido una tribuna para la vida cultural de Castelló, convirtiéndose en escenario de encuentros, debates y reivindicaciones cívicas, reflejando su rol como un espacio de intercambio y pensamiento crítico. Cuando en 2014 se organizó la exposición Present Continu: quaranta anys de la Galeria Cànem a Castelló, organizada por la Fundació Caixa Castelló, no solo se celebraron sus cuatro décadas de existencia, sino también su impacto como catalizador cultural en la región.

Asimismo, la trayectoria de la galería castellonense en estos 50 años está jalonada de hitos y reconocimientos, desde la Medalla de la Facultad de Bellas Artes de San Carlos hasta el Premio José Mateu. Sin embargo, quizás el mayor tributo a su labor es el lugar que ocupa en el imaginario colectivo de Castelló. Para los habitantes de la ciudad y la provincia, Cànem es más que una galería: es un símbolo de persistencia y excelencia, un recordatorio de que el arte tiene la capacidad de transformar comunidades enteras.

Pilar Dolz en el estand de la galería Cànem en la edición de 2004 de la feria ARCO, en Madrid.

Pilar Dolz en el estand de la galería Cànem en la edición de 2004 de la feria ARCO, en Madrid. / MEDITERRÁNEO

Una celebración

Este sábado 21 de diciembre, cuando se inaugure la exposición 1974-2024: 50 años de Cànem. Boix Heras Armengol, la galería no solo celebrará su medio siglo de vida, sino que rendirá homenaje a todos aquellos que forman parte de su historia. «No seríamos nada sin los artistas, críticos, clientes y visitantes que nos han acompañado en este viaje», aseguran Pilar Dolz y Rafael Menezo, y añaden: «y, sobre todo, no seriamos nada sin las creadoras y creadores que han mostrado su obra a lo largo de unos años de emoción compartida por el arte, el territorio y la vida».

En definitiva, el cincuentenario de Cànem no es solo un momento para mirar atrás, sino también para proyectarse hacia el futuro. En un mundo donde las dinámicas del arte y la cultura están en constante transformación, Cànem sigue siendo un espacio imprescindible, un lugar donde la tradición se encuentra con la innovación, y donde Castelló continúa soñando a través del arte. 

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