100 años de celebración

El Ateneo de Castellón: un siglo por y con la cultura

El 15 de febrero la entidad celebra su centenario, pero antes, en este mes de enero, organiza cuatro charlas impartidas por J. Rafael Mesado, Isabel Barceló, Antonio Penadés y José Luis Corral, además de presentar el día 30 el libro Inquietudes de un europeo de Francisco Michavila

Este mes de enero se organizan hasta cuatro charlas que sirven de preludio a la gran conmemoración del centenario del Ateneo.

Este mes de enero se organizan hasta cuatro charlas que sirven de preludio a la gran conmemoración del centenario del Ateneo. / MEDITERRÁNEO

Eric Gras

Eric Gras

La palabra ateneo lleva consigo el eco de la Atenas clásica, cuna de la filosofía y la sabiduría. En su origen, estos espacios se concebían como lugares de encuentro, donde la ciudadanía podía debatir y aprender bajo la protección simbólica de Atenea, diosa de la inteligencia y las artes. 

Durante el siglo XIX, en un contexto de profundas transformaciones sociales, los ateneos se expandieron por España como instituciones dedicadas al amor desinteresado por la cultura, las ciencias, las letras y las artes. Su esencia era profundamente humanista y liberal: fomentar el conocimiento en un ambiente plural, donde las ideas políticas y religiosas no monopolizaran las conversaciones y el objetivo fuera siempre el crecimiento personal y colectivo.

Un faro cultural

El Ateneo de Castellón, fundado el 15 de febrero de 1925, nació con ese espíritu. Siguiendo la línea marcada por otros ateneos y precedido por la Societat Castellonenca de Cultura, creada en 1920, fue impulsado por un grupo de castellonenses que deseaban convertir su ciudad en un foco cultural y humanista. Bajo la presidencia de José de la Torre Rebullida y con figuras como Juan Carbó, Manuel Sales, Vicente Gea, Sánchez Gozalbo, Sos Baynat y Fernando Puig como fundadores, el Ateneo abrió sus puertas en la plaza de la Independencia, número 2, con tres secciones iniciales: Literatura, Comercio y Artes Plásticas.

Ramiro de Maeztu fue uno de los primeros invitados por el Ateneo de Castellón.

Ramiro de Maeztu fue uno de los primeros invitados por el Ateneo de Castellón. / MEDITERRÁNEO

Primeros pasos

El Ateneo de Castellón se erigió pronto como un espacio de referencia. Entre sus primeros invitados de honor se encontraron figuras de la talla de Ramiro de Maeztu y Azorín, y en 1927 organizó un destacado homenaje al político valencianista Gaetà Huguet, en el que participaron Luis Revest, Ricardo Carreras y Salvador Guinot. Además, el Ateneo no tardó en diversificar sus actividades: creó escuelas de aprendizaje que ofrecían clases de contabilidad, dibujo, idiomas (incluyendo valenciano) y numerosas actividades culturales que incluían conferencias, conciertos, exposiciones y viajes culturales.

El Casino Antiguo ha sido escenario de las charlas y actividades promovidas por el Ateneo.

El Casino Antiguo ha sido escenario de las charlas y actividades promovidas por el Ateneo. / MEDITERRÁNEO

En 1931, el Ateneo fortaleció sus lazos con el Gobierno de la República, convirtiéndose en un puente entre la cultura y las clases populares. Pero esta etapa dorada fue truncada por el estallido de la Guerra Civil en 1936, que interrumpió sus actividades. No sería hasta 1965 cuando la institución resurgió para inaugurar su segunda etapa, de la mano de un renovado compromiso con su misión cultural.

Un hecho curioso de su historia temprana es que, en 1927, el Ateneo organizó una sede en Barcelona, presidida por Alejandro Sos Baynat, quien estudiaba medicina en la ciudad condal. Aunque esta filial funcionó solo algunos años, su existencia refleja la voluntad de expansión y proyección del Ateneo incluso en aquellos primeros momentos.

Un siglo de legado cultural

La relevancia del Ateneo de Castellón en la vida cultural y social de la ciudad es incuestionable. Desde sus orígenes, ha servido como un espacio donde confluyen el arte, la literatura, la música y las ciencias. Ha contado con la participación de destacados intelectuales y artistas nacionales e internacionales, desde Camilo José Cela y Antonio Gala hasta Max Aub, que en su novela Campo cerrado captura la esencia de Castellón en los años 20.

La antigua aula Miguel Bellido, situada en la ya extinta Casa de la Cultura de Castelló, fue escenario de numerosas conferencias del Ateneo.

La antigua aula Miguel Bellido, situada en la ya extinta Casa de la Cultura de Castelló, fue escenario de numerosas conferencias del Ateneo. / MEDITERRÁNEO

La institución ha mantenido una actividad constante, transformándose con el tiempo, pero sin perder su vocación de ser un lugar plural y abierto. Hoy, con más de 600 socios, sigue siendo un motor cultural que organiza conferencias semanales, presentaciones de libros, mesas redondas, exposiciones y encuentros intergeneracionales.

En este centenario, la Junta Directiva del Ateneo ha preparado un programa de actividades que se extenderá a lo largo de 2025, con iniciativas que incluyen la publicación de un libro conmemorativo, exposiciones sobre su historia, conciertos, encuentros con otros ateneos y recreaciones de momentos clave de su trayectoria.

Previa a la celebración

Las primeras actividades del año tendrán lugar en enero, como anticipo a la gran celebración del 15 de febrero. Precisamente, el viernes, 10 de enero, J. Rafael Mesado, doctor en Filología Hispánica y poeta, analizará la obra de Vicent Andrés Estellés en su conferencia Vicent Andrés Estellés, la poesía de la quotidianitat.

Una semana después, el viernes 17, Isabel Barceló Chico, escritora y conferenciante, explorará el fascinante Renacimiento italiano en Amor y muerte en tiempos de los Borgia. El viernes 24 de enero, Antonio Penadés, historiador y periodista, hablará sobre La cultura megalítica, atlántica y los pueblos del mar, y el 31, José Luis Corral, catedrático de Historia Medieval, cerrará el ciclo con Carlos I: de rey a emperador (1516-1522). Todas las charlas tendrán lugar en el Menador, Espai Cultural, a partir de las 19.00 horas.

Un siglo después de su creación, el Ateneo de Castellón sigue fiel a sus principios: iluminar la vida cultural de la ciudad y ser un punto de encuentro para todas las generaciones. Este centenario no es solo una mirada al pasado, sino una invitación a construir juntos el futuro de una institución que, como su lema proclama, lleva «100 años con la Cultura». 

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