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Entrevista | Mabel Lozano Escritora y cineasta. Premio Letras del Mediterráneo 2025

Mabel Lozano: «Castellón estará dibujado a través de los ojos de una niña de ocho años»

Activista de los Derechos Humanos, la toledana, rostro conocido de la pequeña y gran pantalla, es una autora de no ficción de reconocido prestigio

La Diputación de Castellón le ha concedido este año el Premio Letras del Mediterráneo en la categoría de novela policíaca

Mabel Lozano durante su visita a la redacción de 'Mediterráneo'.

Mabel Lozano durante su visita a la redacción de 'Mediterráneo'. / Gabriel Utiel

Eric Gras

Eric Gras

Mabel Lozano es escritora, cineasta y activista. Durante muchos años ha sido un rostro conocido de la pequeña y gran pantalla, pero desde hace ya dos décadas su trabajo está marcado por un fuerte compromiso social, especialmente en la lucha contra la trata de personas y la explotación sexual. Su trayectoria le ha valido numerosos reconocimientos, entre ellos el Premio Letras del Mediterráneo 2025, otorgado por la Diputación de Castellón. Ahora, se enfrenta a un nuevo reto: su primera novela de ficción, un proyecto que surge de su experiencia documentalista y su dedicación a visibilizar realidades silenciadas.

En esta entrevista, Lozano nos habla sobre su transición de la no ficción a la narrativa, la importancia de la palabra como herramienta de denuncia y el papel que juega Castellón en su próxima obra.

Has dedicado gran parte de tu carrera a visibilizar la trata de personas y otras realidades silenciadas. ¿Cómo abordas este tipo de proyectos? ¿Qué es lo que te mueve para dar voz a esas injusticias?

Yo me defino a mí misma como una vocera, y es cierto. Utilizo el arte: el cine, la literatura, los artículos de opinión… mi voz para denunciar las mayores injusticias, como la esclavitud sexual que sufren millones de mujeres y niñas en todo el mundo. Soy documentalista y siempre estoy documentándome. Tengo la suerte de poder viajar por todo el mundo para formar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a la fiscalía… Conozco de primera mano lo que está ocurriendo, desde los países de origen de esas mujeres hasta su llegada a España, que es un gran país de tránsito y destino de la trata.

Luego cuento todo esto a través del cine, de la literatura, de los artículos. Y en este caso, doy un salto al escribir mi primera novela de ficción, lo que supone salir de mi círculo de confort. Mis anteriores libros han sido siempre de no ficción porque, sinceramente, la realidad supera con creces la ficción. Hay cosas que me cuentan las víctimas que me resultaría muy difícil escribirlas si no fueran reales. Pero ahora, con una investigación de más de veinte años sobre explotación sexual, trata y prostitución 2.0, voy a llevar todo esto a una novela de ficción basada en hechos reales.

«Utilizo el arte, ya sea el cine o la literatura, para vocear contra las mayores injusticias»

El escritor chileno Roberto Bolaño dijo una vez que la literatura es un oficio peligroso, que hay que saber meter la cabeza en lo oscuro y saltar al vacío.

Es curioso porque muchas mujeres que han sido explotadas me dicen: «Mabel, este es mi círculo de confort, porque no sé si soy capaz de hacer otra cosa». Es un «confort» que en realidad es un horror, porque han sido convencidas de que no valen nada. Pues bien, mi círculo de confort es el documental, el cine de no ficción, la literatura de no ficción, y ahora salgo de él para enfrentarme a esta novela con mucho respeto. A esto le sumo la motivación de compartir reconocimiento con autores tan grandes como Juan Ramón Biedma y José Ángel Mañas.

Juan Ramón Biedma, Mabel Lozano y José Ángel Mañas, galardonados con el Premio Letras del Mediterráneo 2025.

Juan Ramón Biedma, Mabel Lozano y José Ángel Mañas, galardonados con el Premio Letras del Mediterráneo 2025. / Gabriel Utiel

Tu futura novela está vinculada a tu documental Ava, con el que ganaste el premio Goya al mejor corto documental en 2024. En él narras la historia de una adolescente que es captada por una red de trata y acaba sufriendo explotación sexual. ¿Qué nos puedes adelantar de esta nueva obra?

En mi novela hay una parte luminosa que sirve de sostén para Ava cuando está completamente sola y rota: Castellón. Este lugar representa la luz, la familia, el amor, las raíces. Son los recuerdos de su hogar, del mar, del olor a pólvora, de los sabores de la gastronomía los que le permiten resistir. Ella se aferra a esos recuerdos para no hundirse en la oscuridad de la trata. En su mente, Castellón es su único refugio.

¿Cuál crees que es la capacidad de la palabra para captar esas realidades, esas oscuridades y esas luces? En el paso del audiovisual a la literatura, ¿has encontrado dificultades en esta traslación?

Mi lenguaje principal siempre ha sido el audiovisual. Soy cineasta, así que me cuesta «apagar la cámara» al escribir. Yo llevo una cámara mental todo el tiempo. Entro en una habitación y mi mente está en modo «rec». Por eso, escribir sin apoyarme en la imagen y usando solo la palabra es un reto. Tengo que hacer un esfuerzo consciente para traducir todo a un lenguaje rico y preciso, pero sin duda es una experiencia emocionante.

En cuanto al reconocimiento del Premio Letras del Mediterráneo que concede la Diputación de Castellón, ¿qué significa para ti recibirlo?

Para mí, Castellón estará dibujado a través de los ojos de una niña de ocho años que lo ve por primera vez. Esa mirada inocente, el descubrimiento del mar, de la ciudad, de los petardos en las fiestas… Todo lo ve con fascinación y se convierte en un salvavidas para ella. Esas son las agarraderas de la historia. Cualquier persona de Castellón lo reconocerá, pero desde una perspectiva diferente, la de alguien que lo ve con asombro por primera vez. Me parece un punto de vista bonito y también un refugio narrativo en medio de una historia tan dura. 

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