Lo que la Magdalena esconde: Castelló se redescubre a través del collage fotográfico

La Llotja del Cànem acoge el 26 de junio, a las 19.00 horas, 'Romería', una publicación fotográfica colectiva que nace del curso 'Contar con imágenes' de la UJI

'Romería' es el título de la publicación colectiva surgida del taller que Selen Botto impartió en el curso que dirige Julián Barón.

'Romería' es el título de la publicación colectiva surgida del taller que Selen Botto impartió en el curso que dirige Julián Barón. / MEDITERRÁNEO

Eric Gras

Eric Gras

Cada año, la Romería de les Canyes transforma la ciudad de Castelló. Miles de castellonenses visten con la tradicional blusa, el pañuelo al cuello, alzan sus cañas y emprenden el camino hacia la ermita de la Magdalena, celebrando el origen fundacional de la capital. Es uno de los momentos más esperados y queridos del calendario festivo, una manifestación de identidad compartida que combina tradición, emoción y comunidad. Pero, ¿qué queda cuando la romería pasa? ¿Qué restos deja el fervor?

A esta pregunta intenta responder Romería, una publicación fotográfica colectiva que se presenta este jueves, 26 de junio, a las 19.00 horas, en la Llotja del Cànem. La entrada es libre hasta completar aforo. El proyecto nace del curso universitario Contar con imágenes, dirigido por el fotógrafo castellonense Julián Barón y un taller específicio coordinado por la artista visual Selen Botto en el marco del Aula de Fotografía del Servei d’Activitats Socioculturals (SASC) de la Universitat Jaume I.

La Magdalena como territorio visual

Romería no retrata la fiesta como postal, sino como campo de observación crítica. Durante los días de la Magdalena, el alumnado recorrió la ruta entre la ciudad y la ermita capturando no tanto la euforia del momento como su residuo, lo que queda después: botellas, envases, plásticos, latas, restos de comida. Con esas imágenes y fragmentos recogidos del suelo, construyeron una serie de collages fotográficos que revelan el lado oculto de la celebración.

Detalle del proceso creativo que se llevó en el taller coordinado por Selen Botto.

Detalle del proceso creativo que se llevó en el taller coordinado por Selen Botto. / Selen Botto

En palabras del equipo docente, el proyecto se sitúa en un cruce entre la fotografía documental, la arqueología y la antropología visual, lanzando una pregunta directa: «¿Qué dice de nosotros la basura que dejamos en el camino de la romería?».

Tradición y crítica no son opuestas

Lejos de proponer un discurso moralizante o de rechazo, Romería se plantea como una herramienta para repensar la fiesta desde dentro. A través del lenguaje visual, el proyecto invita a mirar la Magdalena con otros ojos: no como algo intocable, sino como una tradición viva, en constante transformación, abierta al debate.

Esta mirada crítica no niega la emoción colectiva, pero sí exige una mayor conciencia sobre el impacto de nuestras acciones en el entorno.

En ese sentido, la presente publicación dialoga con otras voces que en los últimos años han alertado sobre el incremento de residuos en grandes eventos festivos. Según datos municipales, la limpieza tras la Magdalena aumentó un 7,6 % respecto a ejercicios anteriores, una tendencia que plantea retos urgentes para la sostenibilidad de la fiesta.

De la caña al collage: el proceso

El taller Contar con imágenes fue concebido como un espacio para explorar las posibilidades narrativas de la fotografía en clave contemporánea. A lo largo del curso 2024/25, los participantes trabajaron con referencias visuales, textos, debates y sesiones prácticas para desarrollar un lenguaje propio, capaz de contar historias complejas sin palabras.

La experiencia culminó en esta publicación colectiva, coordinada por Selen Botto, artista italo-valenciana que investiga la relación entre residuos y territorio mediante collage y archivo. Botto ha desarrollado proyectos como Do you sea?, sobre contaminación marina, o Río Secreto, centrado en la memoria fluvial del Palancia. Su trabajo, profundamente ecológico, encaja con la propuesta de Romería como una forma de leer el paisaje festivo a través de lo que desechamos.

Algunas de las piezas recogidas en las salidas de los alumnos en el entorno de la ermita de la Magdalena tras la romería.

Algunas de las piezas recogidas en las salidas de los alumnos en el entorno de la ermita de la Magdalena tras la romería. / Selen Botto

Por su parte, Julián Barón, figura clave de la fotografía crítica en España, aporta su experiencia en procesos colaborativos y narrativas visuales disidentes. Conocido por proyectos como C.E.N.S.U.R.A, Tauromaquia o Los últimos días vistos del rey, su obra cuestiona los discursos oficiales y propone una fotografía como herramienta de pensamiento y acción política.

La fiesta como espejo

La publicación Romería no solo documenta una fiesta: la interpela. Y lo hace desde dentro, desde la emoción del cuerpo presente en la romería, pero también desde la distancia analítica que permite la cámara. Las imágenes funcionan como espejos: lo que vemos no es solo el rastro de una celebración, sino una imagen de nosotros mismos como sociedad.

En un momento en que muchas tradiciones se debaten entre el orgullo patrimonial y las exigencias del presente —sostenibilidad, cuidados, transformación social—, esta propuesta ofrece una vía intermedia: la del arte como puente entre memoria y crítica.

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