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CINE

Muere Robert Redford, estandarte del nuevo y más progresista Hollywood

El actor, productor y director ha fallecido a los 89 años en su casa de Utah, mientras dormía. Deja un gran legado como actor con ‘El golpe’ o ‘Todos los hombres del presidente’, y la creación del Sundance Film Institute

Muere Robert Redford a los 89 años

Lucía Feijoo Viera

Quim Casas

Barcelona

En la retrospectiva dedicada a la guionista Lillian Hellman que comienza este viernes en el festival de San Sebastián, Robert Redford tiene un lugar de honor: protagonizó junto a Marlon Brando, Jane Fonda y Robert Duvall, entre otros, el filme ‘La jauría humana’, una radiografía de la paroxística violencia y enfermiza sociedad estadounidense dirigida en 1966 por Arthur Penn y con guion de Hellman a partir de la novela de Horton Foote; un filme que en la era Trump debería ser de visión obligatoria en las escuelas estadounidenses más progresistas. El Nuevo Hollywood tuvo su bautismo de fuego un año después con otra película de Penn, ‘Bonnie y Clyde’, protagonizada por Warren Beatty, Faye Dunaway y Gene Hackman, y ‘El graduado’, de Mike Nichols, con Dustin Hoffman en el papel central. Junto a Jack Nicholson, Al Pacino, Robert De Niro, Diane Keaton, Donald Sutherland o el Steve McQueen de ‘Bullitt’ fueron algunos de los que ejemplificaron, desde un remozado ‘star system’, la renovación en el seno de Hollywood, una auténtica revolución que dejó en fuera de juego, y después en jaque mate, al viejo sistema de los estudios.

De entre todos estos nombres, Redford quizá sea el más definitorio. Nicholson dirigió sus propias películas. Beatty se convirtió en productor. Dunaway procuro una nueva feminidad. Redford también produjo y dirigió, y representó como pocos aquel nuevo ‘star system’ con dos éxitos mano a mano con un actor de una generación anterior, Paul Newman, con quien protagonizó en el tránsito de los años 60 a los 70 un western crepuscular, ‘Dos hombres y un destino’, y una comedia sobre estafas, ‘El golpe’, ambas dirigidas por George Roy Hill. Pero además de todo ello, Redford creó un sistema ideal para el cine independiente, Sundance, desdoblado en un centro de asesoramiento y producción para nuevos cineastas, Sundance Film Institute, y un festival celebrado en Utah que durante años ha sido el espejo de los ‘indies’, Sundance Film Festival.

Redford representó siempre al ala izquierda de Hollywood, como antes Newman, como al mismo tiempo Fonda y Beatty, como ahora George Clooney. Intérpretes tallados en un mismo patrón artístico e ideológico. Fue muy consecuente con la imagen progresista que proyectaba tanto en los papeles que escogía interpretar como en las películas que quería dirigir y en todo lo que diseñó alrededor de Sundance, su edén particular. Hubo una época en la que ganar el premio del público en Sundance era un bien tan preciado como el máximo galardón en certámenes internacionales.

Como director quizá no tuvo el ímpetu creativo de otros actores que pasan al otro lado de la cámara. Menos creativo que Newman o John Cassavetes, hizo películas muy sobrias y contenidas. Su carrera como director tuvo un inicio difícil de superar: su debut, ‘Gente corriente’ (1980), notable drama familiar, ganó el Oscar a mejor película, director, guion adaptado y actor secundario, y eso siempre marca y, a veces, lastra. Luego realizó películas tan interesantes como ‘Quiz show. El dilema’ y ‘Leones por corderos’. Era un buen actor dirigiendo muy bien a los actores.

Consciente de su atractivo y de sus prestaciones en prácticamente todos los géneros, formando rutilantes parejas –con las citadas Fonda y Dunaway, con Barbra Streisand o Meryl Streep–, bordó una filmografía sin muchos altibajos. Limitarse a citar una decena de sus interpretaciones (buenas, exitosas, populares, premiadas) es tarea complicada. Posiblemente la lista estaría encabeza por sus dos filmes con Paul Newman, pero también fue un notable Jay Gatsby en la versión de ‘El gran Gatsby’ de 1974, dirigida por Jay Clayton, escrita por Coppola y protagonizada con Mia Farrow. Concilió bien con Jane Fonda en registros tan distintos como la comedia romántica –‘Descalzos por el parque’– y ‘La jauría humana’, en la que Redford era un delincuente escapado de la cárcel que volvía a su ciudad natal donde ya no le esperaba Fonda, su joven esposa.

Varias de las películas que hizo con el director con quien mejor se entendió, Sydney Pollack, merecerían estar también en el ‘top ten’: el western ecologista ‘Las aventuras de Jeremiah Johnson’, el relato de espionaje ‘Los tres días del cóndor’ –con Dunaway–, el drama con la caza de brujas de fondo ‘Tal como éramos’ –con Streisand–, el curioso retrato de un cowboy en decadencia ‘El jinete eléctrico’ –nuevamente con Fonda– o, sobre todo, ‘Memorias de África’, con Streep. ‘Todos los hombres del presidente’, el filme sobre el Watergate coprotagonizado con Hoffman, es otro de sus momentos de gloria. ‘El valle del fugitivo’, ‘Un diamante al rojo vivo’, ‘El candidato’, ‘Brubaker’, ‘Una proposición indecente’ –en la que su personaje pagaba un millón de dólares para acostarse con Demi Moore– y ‘Cuando todo está perdido’ –Redford en solitario sobreviviendo en un velero agrietado en alta mar– son otros títulos destacados.

En sus últimos años se acercó al ‘blockbuster’ Marvel con su personaje de directivo de SHIELD en dos películas del universo Capitán América/Vengadores. Fue nominado al Oscar como actor en una sola ocasión, por ‘El golpe’, y en dos como director, consiguiéndolo por ‘Gente corriente’. En 2002 recibió el Oscar honorífico.

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