La mina que el domingo explotó al paso de un camión y las que ayer encontraron los especialistas del ejército egipcio trastocaron los planes que muchos de los equipos tenían previstos para la única jornada de descanso de la 25ª edición del Rally Dakar 2003.

Tras permanecer toda la noche en un improvisado vivac, el pelotón del Dakar reanudó la marcha hasta Siwa una vez la seguridad de todos sus componentes estaba garantizada. Pero las asistencias de los equipos perdieron un tiempo precioso para arreglar todos los vehículos que, a estas alturas de la competición, ya muestran evidentes síntomas de fatiga mecánica y muchos de ellos clamaban por un repasito.

Así, la actividad en el día de descanso resultó mucho más febril de lo que se podía esperar, pero con la lógica satisfacción de no haberse producido ningún incidente de gravedad.

En cuanto a los castellonenses, en motos, los mecánicos de José Manuel Pellicer y Arturo Casanova se pasaron todo el día el día dedicados a poner a punto la KTM (Pellicer) y la Alfer (Casanova) para la jornada de hoy.

En el apartado de coches, José Luis Monterde pasó ayer por la clínica para que los médicos le revisaran la herida que se produjo hace cinco días. "La herida estaba un poco infectada, me la han desinfectado y me la han protegido para que no me dé más problemas durante la carrera", dijo. Además, los mecánicos revisaron su Mitsubishi.