El Valladolid se autoexcluyó de la Copa en un bochornoso espectáculo en el que faltaron ganas y capacidad ofensiva, aderezados con una pasividad defensiva que hizo internacional a Carlos, punta del Mallorca que llevaba dos años sin marcar y en sus dos últimos partidos ha sumado cuatro dianas.

Aunque las primeras aproximaciones al área rival corrieron a cargo del Valladolid, pronto se vio que esto era sólo un espejismo. Los baleares comenzaron pronto a carburar de la mano del Caño Ibagaza y, sobre todo, del exsevillista Carlitos, que dejaba el partido y la eliminatoria vistos para sentencia con tres goles en apenas media hora de juego.

Aunque el canterano Óscar González aminoró la desventaja, Harold Lozano se encargó de derrumbar definitivamente a su exequipo con el 1-4 final. El tiempo y el resultado acabaron enfriando los ánimos del conjunto y la afición local, que despidió a los suyos con una sonora bronca por el triste espectáculo. El Mallorca estará en cuartos.