El Auto-real no pudo sumar ningún punto en el partido que le midió al Pinatar. El encuentro era uno de los más difíciles de la temporada para los discípulos de Juan Antonio Endrino, ya que el conjunto murciano es un rival directo por los primeros puestos de la tabla clasificatoria y se había mostrado como uno de los equipos más peligrosos en su feudo.

PURO ESPECTÁCULO

El encuentro en sí fue muy atractivo, con los dos contendientes rayando a un gran nivel, un juego bastante ofensivo y varios centenares de personas en las gradas animando sin parar, aunque finalmente la victoria recayó sobre el combinado anfitrión, que estuvo más certero cara a puerta, algo de lo que adoleció el filial del Playas de Castellón.

Desde el primer instante ya se vieron cuáles eran los intenciones de los dos equipos: ganar con buen juego. Ninguno de los dos se cerró atrás y buscaban el gol con bastante velocidad. La igualdad era máxima, no sólo por lo apretado del marcador, sino también por el número de ocasiones.

El Auto-real pasó por apuros con 4-2 en el electrónico, pero no se vino abajo y recortó con el 4-3. En estos minutos, los postes eran el mayor aliado de los murcianos y el máximo enemigo de los vila-realenses, que llegaron a estrellar seis balones en el madera. Los minutos iban pasando y, aunque el Pinatar tenía ventaja en el marcador, no podía cantar victoria al estar el partido muy abierto.

El conjunto visitante puso toda la carne en el asador y llegó a echar mano del portero-jugador en busca de la igualada, pero no fue suficiente y el combinado local pudo aumentar su renta para establecer el abultado 6-3 final.