El Espanyol mantiene su progresión de la mano de Clemente. Ante el Depor sumó su tercera victoria consecutiva en casa y ya ve más cerca el final del túnel. El entrenador de Barakaldo había señalado antes del partido que el Depor, uno de los equipos punteros de la Liga, era una buena piedra de toque para conocer si la incipiente recuperación del equipo era una realidad. Y los jugadores blanquiazules así lo certificaron, ya que el Espanyol no sólo venció, sino que convenció, pese a que tuvo que remontar el gol de Makaay.

LA RACHA

Los periquitos, que en los cinco partidos con Clemente han sumado 10 de los 15 puntos posibles, mostraron su mejor cara de la temporada ante uno de los cocos, el Depor, que en su descargo cabe significar que perdió por lesión a su mejor hombre, Luque (min. 27). Hasta entonces, el choque había sido vibrante, con los dos equipos jugando de tú a tú, y muy del gusto de los aficionados, que vieron cuatro goles antes de cumplirse la primera media hora (del 0-1 se pasó al 3-1).

Encajar tres goles en 30 minutos deja atontado a cualquier equipo, incluido un Deportivo que parecía un boxeador sonado y se convirtió en un juguete a merced de los blanquiazules.

Tras el descanso, Raúl Tamudo dispuso de un par de ocasiones consecutivas en las que estuvo a punto de conseguir el 4-1. El Espanyol supo a partir de entonces matar el partido y dedicarse a impedir que los gallegos marcaran y se metieran en el mismo.