El Villarreal no se encontrará con nieve en Pamplona, pero sí con un Sadar impracticable por culpa del barro, justo lo que más temen los jugadores amarillos del choque del domingo. Ayer seguía nevando en la capital navarra, pero las previsiones meteorológicas anuncian una mejora de la climatología a partir de esta tarde.

La lluvia, que seguirá cayendo sobre Pamplona ininterrumpidamente, permitirá el deshielo del Sadar, pero, por contra, el exceso de agua y el maltrato al que fue sometido el campo en el partido de Copa del miércoles dejará convertido el césped en "un auténtico barrizal, ya que no habrá tiempo material para recuperar el terreno de juego", señalaba ayer uno de los cuidadores del césped del Sadar.

Los futbolistas del Villarreal tuvieron la oportunidad de ver las imágenes del partido de Copa entre el Osasuna y el Sevilla. Entonces, ya preveían unas condiciones complicadas en Pamplona. "Puede que el campo esté mal, por eso tenemos que salir más mentalizados, si cabe", apuntaba ayer Víctor Fernández. A Josico, por ejemplo, también le preocupaba más el barro que el frío --la temperatura puede estar por debajo de los 5 grados-- o la nieve, "a los que ya estoy acostumbrado cuando jugaba en Albacete".

SIN PELIGRO DE SUSPENSIÓN

Lo que sí está totalmente descartado es que el partido del domingo corra peligro de suspensión. La plantilla del Osasuna no entrenó ayer, ni lo hará hoy, en su campo, con el fin de resguardar al máximo el maltrecho césped.