Parece que el destino le ha guardado al Balonmano Castellón un lugar en Primera División Nacional. La temporada pasada, los pupilos de Ramiro Martín tuvieron que realizar una espectacular remontada para mantenerse y este año han conseguido el más difícil todavía.

Los castellonenses deambularon por el grupo C durante las 16 primeras jornadas, luego sumaron algún triunfo pero insuficiente para salir del pozo y, al final, tuvieron que echar mano de los veteranos para salvarse.

"No ha sido un año fácil", apunta Ramiro Martín. El técnico del Bm. Castellón, pese a la alegría de la salvación, habla con cautela en cuanto a su futuro. "Ahora toca relajarse y plantearse las cosas, puesto que muchas veces piensas si ha valido la pena tanto sufrimiento", apunta. "No sé si continuaré, aunque ilusionado estoy. Lo tengo claro es que el equipo debe reforzarse algo cara a la próxima temporada, porque no se podrá recuperar a los veteranos cada año", destaca.

Pese a todo, Martín sólo tiene palabras de elogio para lo que ha hecho su equipo. "Nunca había visto a un bloque mejorar tanto cada semana, ir de menos a más y salvarse", cuenta. El mister analiza las rachas de su equipo. "Al principio nos costó coger el pulso a la competición. En diversos puestos clave tenemos a gente muy poco experimentada y no es fácil jugar de repente en categoría nacional", dice.

En cuanto a los refuerzos, las viejas glorias del equipo, es claro. "Cañadillas, Nando, Fernández y Folch se merecen un monumento. No sólo han aportado su calidad, sino que han enseñado a los jóvenes y han levantado a un vestuario decaído", termina. Al final, seguirán siendo de Primera.