El Espanyol empató el partido contra el Athletic después de haber encajado tres goles en la primera media hora, en un encuentro de dos partes totalmente distintas.

En la primera mitad, el combinado visitante abusó de la peor versión del equipo catalán, un conjunto difícil de clasificar por el pésimo juego que desplegaba. Así, encajó tres tantos en media hora y perdió a su jugador más valioso, Raúl Tamudo, por lesión en el minuto nueve.

Tras el descanso, Javier Clemente decidió mover un par de piezas para atajar el desaguisado y le dio buen resultado. Los bilbaínos gestionaron mal su renta, ya que encajaron tres goles en catorce minutos, gracias a los tantos de Maxi (el último lo había marcado en San Mamés), Milosevic (tras un gravísimo error defensivo) y Roger, éste de penalti, en una jugada no muy clara.

El Espanyol se aprovechó de que su adversario había perdido potencial ofensivo cuando más falta le hacía con la entrada del defensa Aitor Ocio.