Campeones, campeones, oé, oé, oé!". Es lo que cantaba el vestuario albinegro tras el partido. Eso y unos cuantos recordatorios hacia equipos como Hércules, N stic, que deben estar muriéndose de envidia viendo al Castellón ya clasificado para la liguilla a un mes vista y encima como primero de grupo, mientras ellos se resignan a permanecer un año más en la Segunda B. Al menos nosotros tendremos la ocasión de salir de esta categoría maldita.

Durante esta semana, los jugadores habían comentado que ya estaba bien de ir al ralentí. El Castellón de Palamós, sin ser de matrícula, rayó a un nivel de notable alto. Un buen punto de partida para en las cuatro jornadas que faltan, volver a engrasar la máquina y, de este modo, ser de nuevo ese conjunto casi invencible; el que se vió en los primeros 30 partidos.

Quero, así sí. Sé que estabas molesto porque las cosas no te estaban saliendo bien últimamente, y que te has enfadado con algunos cuando sólo deberías estar cabreado contigo mismo. Si juegas al nivel de ayer, nos puedes llevar a Segunda A. Y lo mismo podemos aplicar a Oliva, que por fin se ha quitado el sambenito de que no sabía parar los penaltis. A la séptima fue la vencida.