Que no cunda el pesimismo. Los últimos resultados del glorioso Deportivo, nada favorables, han provocado un cierto ambiente de escepticismo ante el papel que puede realizar nuestro equipo en la liguilla de ascenso. Prácticos y realistas, los aficionados albinegros debemos pensar en un futuro próximo con la esperanza del ascenso como bandera. Lo más difícil ya está hecho (ojalá hubiéramos jugado ocho promociones de ascenso consecutivas). Ahora, y con el apoyo a los criterios del entrenador y cuerpo técnico, debemos hinchar nuestra moral y acudir a Castalia a los partidos con la mentalidad libre y abierta de que el ascenso es posible. Y lo queremos.

Además, contra el pesimismo hay remedios. Las venerables ancianas de los pueblos del interior recomiendan como pócima milagrosa contra el pesimismo más exacerbado la leche de cabra. Estimulante y vigorizante, te hace ver la vida siempre de forma optimista. Creánme, yo la he probado y, por supuesto, mi visión de la vida es absolutamente feliz y satisfactoria, más aún cuando se habla del Club Deportivo Castellón. Por cierto, si además me he comprado el abono para los encuentros de la promoción, es que creo ciegamente que vamos a subir de categoría. ¡Pam, pam, orellut!