Nada mejor que la calle, las peñas... en definitiva, la fiesta para palpar el ambiente futbolístico que se respira. No hace falta profundizar ni hacer tesis alguna para darse cuenta del pesimismo general en el que estamos sumidos. Pesimismo que, por otra parte, existe porque hay muchas razones para que así sea. Vamos, que como está el panorama Schopenhauer --filósofo alemán que dio nombre a eso de verlo todo negro-- estaría cantando ´no me llames iluso por tener una ilusión´ comparado con más de un aficionado amarillo. Sólo con pensar en Mestalla, la ilusión que se refleja en la cara desaparece. Quieras o no, hay algo dentro que te dice que no caigas otra vez y que te lleva a saber lo que volverá a pasar.Ante esto, y sopesando las razones que nos impulsan a este negativismo, no encuentro ni sé que contarles para que lo puedan ver de otra manera. Seguro que entre alguno de ustedes existe ese Aguste Comte

Aguste Comte --volviendo a la filosofía, el padre del positivismo-- que encuentra esa luz y esa ilusión necesaria para albergar esperanzas

Schopenhauer.