Todo gran cazador tiene la que es sin duda su gran obsesión. Ésta no es otra que su pieza preferida, aquella que tiene entre ceja y ceja y que, aunque pase el tiempo, nunca descarta hacerse con ella. Aquella por la que daría cualquier cosa por llevarla hasta su particular sala de trofeos; más aún cuando se la ha tenido a tiro y no se la ha podido cazar. Ahí, la obsesión se hace aún más grande.

La de José Manuel Llaneza es, desde hace tiempo, Pedro Munitis. Hace años que al consejero de la entidad amarilla le ronda por la cabeza este menudo delantero cántabro. Ya en Segunda División A, cuando jugaba en el Badajoz, era un referente, pero fue en el segundo ascenso a Primera División del Villarreal cuando se decidió lanzar la primera ofensiva. Era el objetivo prioritario... pero se cruzó el Real Madrid, un competidor imposible para el Villarreal.Fue entonces Víctor Fernández, el número dos de aquella lista, quien acabó viniendo, y fue un argentino, Bruno Marioni

Víctor Fernández, el número dos de aquella lista, quien acabó viniendo, y fue un argentino, Bruno Marioni, el que llegó a España con el rol que se le había designado en un primer momento al ahora delantero madridista.Pero, como buen cazador, José Manuel Llaneza

José Manuel Llaneza ha sabido esperar pacientemente su segunda oportunidad... y ésta parece haber llegado. Como hace cuatro años, vuelve a tener a tiro a su pieza más codiciada. Y esta vez no quiere fallar.Dicen que el que la sigue la consigue y Llaneza

Llaneza, para los fichajes, siempre ha sido obstinado. Así que esta vez parece que puede ser una de esas ocasiones en las que la vida nos demuestra que los dichos lo son y se repiten porque suelen cumplirse.