Un árbitro de garantías. Así es considerado Torralba Jiménez, el sevillano adscrito al Colegio Catalán que dirigirá mañana el Castellón-Ciudad de Murcia, donde el trencilla podría sellar su ascenso a 2ª A.

Ha sido una designación lógica la del Comité Técnico para un compromiso de tanta trascendencia. Torralba Jiménez (La Ronda de Andalucía, Sevilla, 1969) es uno de los que llegaban a la recta final del campeonato en el grupo de los favoritos para intentar el ascenso. En febrero, en la reunión que mantuvieron los árbitros en Madrid, quedó conformado un grupo de 15 elegidos, donde figuraba el catalán, que ya la pasada temporada quedó clasificado en un lugar de privilegio.

Torralba Jiménez, que ejerce como asesor mobiliario, es un trencilla que demuestra personalidad y seguridad en sus decisiones. Mantiene el control de los acontecimientos se equivoque o no, por muy hostil que sea el comportamiento del público. Es firme y sereno en los momentos difíciles y no le tiembla el pulso cuando toma medidas, por muy trascendentes que puedan ser. Es valiente, de los que no se arruga, y cumple en condición física y colocación, aunque tal vez la decisión en las áreas es menor que con las tarjetas. No obstante, uno de sus hándicaps cara al ascenso puede ser que, estéticamente, no tiene un físico atlético. Tiene experiencia y está acostumbrado a dirigir partidos complicados.

Árbitro desde 1989, ésta es su cuarta temporada en 2ª B, habiendo obtenido las siguientes clasificaciones (sobre 140 colegiados): 63° (99-00), 31° (00-01) y 11° (01-02). La pasada campaña, ya impartió justicia en un partido de la liguilla (Getafe-Motril).

Sus números globales en los 42 encuentros que ha dirigido son: 16 triunfos locales, 15 empates y 11 victorias visitantes. Ha enseñado 345 amarillas (166 para los de casa, 179 para los de fuera); 32 rojas (16 y 16); y ha señalado ocho penaltis (2 y 6).