No goza de buena fama en el mundillo balompédico y lo cierto es que, vistas sus últimas actuaciones, parece que ésta tiene fundamento. Quique Pina, el presidente en la sombra del Ciudad de Murcia, se ha convertido en el hombre más odiado para la afición albinegra.

Y hay un motivo principal que avala este hecho: su decisión --que si no traspasa sí roza la ilegalidad-- de encarecer los precios de las entradas para el partido ante el Castellón según avance la semana con el fin de que a los hinchas albinegros se les quiten las ganas de acudir a La Condomina.

SIGUE ´EN SUS TRECE´

El Ciudad de Murcia no cede un ápice en sus intenciones de que los orelluts que quieran presenciar en vivo y en directo el último y decisivo partido de la liguilla se rasquen el bolsillo de lo lindo. Ayer se dieron a conocer oficialmente los precios, que serán populares hasta mañana (entre 6 y 9 euros), subirán más de un 50% el jueves (entre 12 y 21 euros) y ya serán astronómicos el sábado y el domingo: 50 euros los fondos y la grada lateral, 60 la grada alta y 70 las entradas de tribuna.

Aunque el C. D. Castellón está intentando negociar en las últimas horas una rebaja o, en su defecto, que la entidad pimentonera permita que los seguidores albinegros se acojan a los precios asequibles que permanecerán hasta el viernes --estaba la cortapisa de limitar la venta de estas entradas a dos por persona--, Pina no parece muy dispuesto.

Además de limitar el apoyo que puedan tener el domingo los de Oltra, Pina pretende paliar los continuos fracasos económicos de las campañas de socios emprendidas por el Ciudad de Murcia esta temporada, en la que no ha podido pasar de los 2.300 abonados en sus tres fases: principio de Liga, liguilla y los dos últimos partidos.

Además, el Ciudad de Murcia ya sabe donde albergará a los seguidores albinegros que acudan el domingo a Murcia: la grada alta de la Condomina, cuyas entradas cuestan 60 euros.

Pero esta no ha sido la única aparición estelar de Pina en la liguilla. Se alojó en el mismo hotel que el Castellón en el partido de Pontevedra, se ha publicado que quiso fichar a tres jugadores del Barakaldo antes de jugar ante el conjunto vasco y el sábado realizó una visita relámpago a Castalia (no hubo comida de directivas), con lo que no pudo negociarse el tema de las entradas.

El Ciudad de Murcia quiere hacer su agosto a costa de los euros de La Plana.