El Valencia 2003-2004 se presentó anoche con una plantilla de 34 futbolistas y una sonora bronca al presidente de la entidad, Jaime Ortí, en representación del Consejo de Administración, por la política de fichajes del club, que sólo presentó como novedades a Canobbio y Oliveira. Por mucho que lo intentó, y pese a pedirlo a la grada en varias ocasiones, la hinchada che no le dejó hablar.

Los actos previos a la presentación oficial, de gran colorido y con la presencia del fuego y el ruido en la mejor tradición valenciana, comenzaron con la visita a la Virgen de los Desamparados y finalizaron en Mestalla con un acto repleto de colorido.

Los jugadores saltaron al terreno de juego, uno a uno, incluidos el transferible Diego Alonso y el brasileño Ricardo Oliveira, pendiente todavía del pase internacional para poder alinearse con su nuevo equipo. El delantero Xisco, lesionado, fue la única ausencia.

El capitán del equipo, Santiago Cañizares, pidió en su alocución el aliento y la fidelidad de los aficionados para "conseguir todos los logros que puedan planetarse", mientras que Rafa Benítez pidió "perdón por los errores cometidos y los que pudiera cometer" y ofreció al público tranquilidad por cómo está trabajando el equipo.

La prevista alocución de Jaime Ortí fue contestada por una sonora bronca, que hizo inaudible su parlamento. Ortí se retiró de los micrófonos muy afectado por la reacción de la grada.