Pocas veces un punto dejará un sabor tan dulce. En eso coincidieron, al menos, los jugadores del Submarino, que se encontraron en el último suspiro con un punto con el que ya no contaban. Por ese motivo, y tras presentarse en La Condomina con la última derrota ante el Mallorca aún coleando, los futbolistas amarillos le dieron ayer un valor añadido.
"Este punto hay que darlo por bueno. Tal y como estaba el partido, no era nada fácil poder volver a Vila-real con algo positivo", reconocía Sergio Ballesteros. El defensa de Burjassot analizó cuáles fueron los obstáculos que se encontró el Submarino en un partido que se les puso muy pronto cuesta arriba: "Era muy difícil jugar porque el terreno de juego estaba en mal estado y, además, con unas dimensiones reducidas".
La clave para explicar el punto que consiguieron sumar los amarillos ante el Murcia llegó con el cambio de mentalidad que se vivió tras el descanso. "En la segunda parte, hemos cambiado nuestro estilo de juego y, al final, hemos obtenido el premio a nuestro esfuerzo", subrayó un Ballesteros que acabó actuando de delantero centro.
REINA, SATISFECHO
Otra, al que le supo a gloria el punto sumado en La Condomina, fue a José Manuel Reina. No obstante, el meta amarillo confía en darle continuidad en la próxima jornada: "Este punto nos sabe muy bien, pero ahora hay que hacerlo bueno ante la Real Sociedad. Se ha demostrado que sumar en La Condomina es algo complicado".
El portero madrileño también destacó el cambio de estilo al que se vio obligado el Submarino para poder arrancar algo positivo de su visita a tierras murcianas. "Nos hemos visto obligados a jugar un fútbol más directo y así es como hemos podido marcar", destacó Reina, que poco pudo hacer en el gol grana: "Sabíamos que nos crearían peligro a balón parado y se ha demostrado con el gol".
LUCHA HASTA EL FINAL
El Villarreal volvió a confirmar que no baja los brazos hasta que el árbitro señala el final del encuentro y, una vez más, aprovechó los últimos minutos para conseguir un gol que resultó definitivo. "Está claro que los partidos se acaban en el minuto noventa y pico y hay que seguir luchando hasta que pite el árbitro", destacó un Pedro Martí satisfecho.
