Nos ha cogido a todos por sorpresa. Como corredor ha sido un ´superclase´, capaz de hacer auténticas exhibiciones y de no tan grandes actuaciones. Era impredecible, un corredor anárquico que se guiaba por el corazón y un escalador con genio y rabia. Había dejado la bicicleta para recuperarse como persona y ahora que parecía que estaba recuperándose, ha llegado esta triste noticia. El haber parado de golpe ha podido influirle. No olvidaré sus triunfos en la vuelta a España.