La castellonense Lidia Sánchez puede convertirse, en los próximos días, en la segunda deportista de la provincia con un billete para los Juegos Olímpicos de Atenas. Esta jugadora, de 29 años, está disputando en Croacia el Mundial de la esperanza para el balonmano español, hasta ahora con un pasado gris en el ámbito internacional. España ya ha logrado el pase a la segunda fase y hoy se medirá a Austria.

Lidia sabe que está ante su gran oportunidad. Otra espera de cuatro años se haría demasiado larga. "La selección española femenina nunca ha hecho nada importante en un campeonato internacional y ahora estamos más cerca que nunca", dice desde Split la castellonense, quien, entre partido y partido, piensa en un futuro inmediato que colmaría sus aspiraciones deportivas: la quinta posición en el Mundial que les daría a ella y a sus compañeras la gloria olímpica. "¡La quinta plaza! Es el sueño. Sería la primera vez que acudimos a unos Juegos Olímpicos, la meta más grande para cualquier deportista", dice.

JUNTO A MARTA LINARES Si lo logra, coincidiría con la gimnasta, también castellonense, Marta Linares --participará con la selección española en la modalidad de conjuntos-- en la cita olímpica con el país que vio nacer a los Juegos Olímpicos. "Otro motivo más para luchar por una plaza olímpica en este Mundial", apunta Lidia Sánchez. No sabemos si será un buen augurio, pero quizás la curiosa relación de Lidia con la familia de la gimnasta sea una señal. Y es que la jugadora de balonmano tuvo en sus inicios como profesores de educación física a Esteban y José Luis, padre y tío de Marta Linares, respectivamente.

Obtener el pasaporte olímpico sería la culminación de un 2003 que no está acabando mal para Lidia Sánchez. "En la liga española me va bien. Somos líderes --con el Ferrobús Mislata--, pero queda tanto...".