Más que de buenos propósitos, el 2004 llegará cargado de ilusión para el Submarino, algo que los amarillos se han ganado a pulso. Y es que, pase lo que pase el domingo ante el Betis, el Villarreal cerrará el 2003 vivo en Liga, Copa de la UEFA y Copa del Rey, algo con lo que pocos podían soñar cuando arrancó la temporada.

Eso fue el pasado 19 de julio, con el primer partido de la Intertoto ante el Brescia. Desde entonces, los amarillos han disputado un total de 28 partidos (incluidos los seis de Intertoto), con un balance de 13 victorias, 10 empates y sólo 5 derrotas, unos números envidiables que le han valido para ocupar la séptima posición en Liga; haber superado las dos primeras rondas de la UEFA; y esperar a que mañana el bombo les depare qué equipo será su rival en los octavos de final de la Copa del Rey.

MUCHAS ADVERSIDADES El mérito del Submarino va más allá si se tienen en cuenta los numerosos problemas, en forma de lesiones, a los que ha tenido que hacer frente Benito Floro. De hecho, todos los profesionales, salvo Reina y López Vallejo, se han perdido algún partido por lesión. Calleja y Marcos Senna incluso han dicho prácticamente adiós a la temporada.

Pero el Villarreal ha sido capaz de superar los malos momentos, ayudado también por la gente de la cantera a la que Floro ha tenido que recurrir.

VACACIONES MERECIDAS El precio que podría pagar por este excelente primer tercio de la campaña es el cansancio que se puede acusar en la recta final. Y es que llevan seis meses disputando partidos oficiales, dos más que el resto de equipos de Primera. Ése es un hándicap que intentará mitigar con unas merecidas vacaciones navideñas.