Son dos de los grandes triunfadores del año que estamos a punto de abandonar, y por méritos propios. Benito Floro y José Luis Oltra van a finalizar el 2003 dejando al Villarreal y al Castellón, respectivamente, en situaciones envidiables.

La redacción deportiva de Mediterráneo reunió al maestro y al entrenador revelación del año para brindar por unas felices Navidades y, como no, por un 2004 que llegue cargado de éxitos para ambos equipos. Si las cosas continúan como ha acabado el 2003, el éxito está asegurado.

Benito Floro dio ánimos a su homólogo en el banquillo de Castalia. "Si sigue en la trayectoria que está demostrando esta temporada, el ascenso será toda una realidad el próximo año", aventuró el técnico amarillo, que ha vivido unos últimos 12 meses felices en el Villarreal, con fechas para enmarcar. "Si tuviera que elegir, me quedo con la clasificación para la UEFA y las dos eliminatorias que hemos superado", apuntaba Floro.

En el lado negativo, pocas cosas, "quizás el que no culmináramos la pasada Liga con plaza europea y, sobre todo, lamentar los malos momentos de las graves y largas lesiones de Marcos Senna y Calleja", comentó el mister del Submarino.

LOS DESEOS DE OLTRA José Luis Oltra correspondía a los buenos deseos de Floro hacia el Castellón: "Aunque suene a tópico, si no tienes salud no tienes nada, así que es lo primero que deseo. A partir de ahí ya están las ambiciones profesionales y espero que los dos equipos tengamos suerte en el 2004".

Al técnico albinegro le resulta complicado destacar algunos de sus momentos más alegres de un 2003 tan positivo. Mucho más que a la hora de elegir lo peor del año: "Sin duda, la decepción en Murcia. Teníamos el ascenso tan cerca...".

Dentro de la línea positiva del 2003, Oltra se queda con dos recuerdos: "Me emocioné cuando la afición coreó mi nombre en El Madrigal --tras desestimar la oferta del Recreativo--; y, a pesar del triste desenlace, el ambiente previo en el partido ante el Ciudad de Murcia. Todavía se me ponen los pelos de punta cuando recuerdo el recibimiento de nuestros aficionados".

Son las emociones de un 2003 casi perfecto para los dos clubs punteros de la provincia. Floro y Oltra ya esperan al 2004 para escribir nuevas e históricas páginas en Vila-real y Castellón.