Una sobremesa con Benito Floro y José Luis Oltra es hablar de fútbol sin parar. Los dos demuestran su pasión por este deporte, aunque desde dos puntos de vista diferentes. Uno, el de la experiencia del entrenador del Villarreal, curtido en mil batallas en los mil lugares diferentes en los que ha dejado su impronta futbolística. Otro, el de la lógica ilusión y ganas de aprender del que está empezando --el mister albinegro-- a hacerse un hueco en la élite de los técnicos nacionales.

Quizás por eso, Oltra siempre antepone el "usted" cuando se dirige a Floro. Algo así como el respeto del alumno aventajado hacia el maestro. Sistemas de juego, de entrenamientos, concentración o no de los jugadores tras los partidos... y consejos. Muchos consejos.

-- Oltra: "¿Por qué sus equipos hacen una pequeña sesión de trabajo tras los partidos?".

-- Floro (lección de medicina deportiva): "Hay que preparar a los futbolistas para el esfuerzo de los días siguientes...".

Y así hasta infinitas cuestiones sobre las que los dos entrenadores cambiaban sus impresiones. Claro, que también hubo tiempo para las anécdotas y para hablar de la cara más divertida del fútbol.

"Hubo una muy buena, en Castalia, cuando era entrenador del Alzira. El público estaba increpando al utillero de mi equipo y le pedí a la policía que hiciera algo... Acabé en la comisaría, e incluso tuve que ir otra vez a Castellón para el juicio", relataba Floro.

La corta experiencia de Oltra aún no le permiten tener en su currículo experiencias tan surrealistas como las de Floro... aunque, como futbolista en activo, recuerda su "visto y no visto" como jugador del Castellón, en la temporada 96/97.

Por cierto, ¿sabían que Floro es un genio de los chistes?