Pocas cosas pueden alterarle ya en el mundo del fútbol. Por suerte o por desgracia, a sus 31 años, Javi Sanchis conoce todas las caras del fútbol. La guapa de jugar en 1ª con el Villarreal y de ser, la pasada campaña, uno de los destacados del año del récord albinegro. Pero también ha tenido que convivir con el lado más feo de este deporte.

No hace mucho, poco más de un año, el de Foios entrenaba en solitario en Castalia. Sin razón aparente, se vio apartado del equipo. Ninguna explicación. Una situación que hundiría a cualquiera. Pero Javi Sanchis se mantuvo entero. Tanto como para pasar del más absoluto de los ostracismos a ser insustituible para Oltra y ganarse el brazalete de capitán.

Y después llegó el palo del frustrado ascenso en Murcia, las lógicas dudas sobre la reacción del equipo tras el fracaso --"pensaba que o nos salía una temporada irregular o como, por fortuna, nos está saliendo", confiesa--, la lesión a punto de comenzar la temporada... Pero sigue en pie. Y dispuesto a dar más batalla que nunca.